El presidente ruso Vladimir Putin, que visitó Israel el jueves pasado, dijo al rabino ruso Berel Lazar que estaba muy emocionado haber participado en los eventos que tuvieron lugar en Israel la semana pasada.
Putin se mostró complacido al enterarse de la conferencia de la Asociación de Comunidades Judías de Moscú esta semana, a la que asistieron representantes de más de 200 comunidades judías de Rusia, que brindan todos los servicios religiosos a cientos de miles de judíos en todo el país.
Putin se enorgulleció del hecho de que “casi no hay antisemitismo” en Rusia en comparación con Europa y los Estados Unidos, y señaló la positiva cooperación entre el gobierno y los judíos que viven en Rusia.
Durante los eventos del Foro Internacional del Holocausto, Putin vino a Israel y participó, entre otras cosas, en la inauguración de un monumento en el Jardín Sacher de Jerusalén en memoria de los muertos en el asedio de Leningrado.
En un servicio conmemorativo en Yad Vashem para conmemorar el 75º aniversario de la liberación de Auschwitz-Birkenau, dijo Putin: “Hoy recordamos a todas las víctimas de los nazis, incluyendo a seis millones de judíos que perecieron en los campos de exterminio nazis, de los cuales el 40% son ex ciudadanos soviéticos. Por lo tanto, el Holocausto fue y sigue siendo nuestra profunda herida. Esta es una tragedia que recordaremos para siempre”.
“Los crímenes nazis, su calculada actividad, como ellos la llamaron la ‘Solución Final del Problema Judío’, es en realidad una de las páginas más horribles de la historia de la humanidad. Recuerden que hubo colaboradores para estos actos horribles, y su crueldad superó la crueldad nazi”, dijo Putin en la ceremonia.