Los proxys de Irán en Irak se están entrenando para la guerra contra los Estados Unidos y seguirán disparando cohetes contra las fuerzas de Estados Unidos en Irak hasta que los EE.UU. se vayan, según un nuevo informe. Las milicias apoyadas por Irán como Asaib Ah al-Haq, Kataib Hezbolá y la Organización Badr también han estado utilizando “medidas extremas para sofocar a los manifestantes, incluyendo la apertura de fuego contra los manifestantes”, dijo Estados Unidos en un nuevo informe. El informe trimestral del Inspector General Principal de la Operación Resolver Inherente giró en los últimos meses para centrarse en Irán, ya que Estados Unidos está cada vez más preocupado por las amenazas de Irán a las fuerzas de EE.UU. en Irak.
El inusual enfoque en el papel de Irán en Irak se ha ido construyendo en los últimos dos años en estos informes. El informe se basa en la información del Comando Central de EE.UU., la Agencia de Inteligencia de Defensa, el Departamento de Estado y otros informes. El nuevo informe no tiene precedentes al centrarse en el papel de Irán. Un diagrama especial muestra los principales aspectos de la red de influencia de Irán en Irak a través de Qasem Soleimani. Soleimani era el líder de la Fuerza Quds del CGRI asesinado en un ataque aéreo de EE.UU. el 3 de enero. Los Estados Unidos dicen que un iraquí llamado Jamal Jaafar Ibrahimi también fue asesinado por las fuerzas de Estados Unidos que asechaban a Soleimani en el mismo ataque que mató al líder de Kataib Hezbolá Abu Mahdi al-Muhandis.
¿Quién era Ibrahimi? Era miembro del Cuerpo Badr que luchó contra Saddam Hussein junto con Irán en los años 80. Regresó a Irak en 2005, fue elegido diputado y asesoró a los primeros ministros. Se convirtió en comandante de Kataib Hezbolá. Luego fue asesinado por los Estados Unidos.
¿Quién más está en la lista de cohortes de Soleimani en Irak? Hadi al-Amiri, líder de la Organización BAdr y del partido Alianza Fatah. Los EE.UU. ven la Alianza Fatah como una unión de partidarios pro-Irán. También alberga a miembros de las milicias chiítas pro-iraníes o Unidades de Movilización Popular. Akram al-Kabi, líder del grupo Harakat Hezbolá al-Nujaba. Se separó de Asab Ahl al-haq en 2012 para formar el grupo y ha dicho que derrocará al gobierno de Irak si Irán le da la orden. Es un terrorista designado y ha amenazado a las fuerzas estadounidenses. Qais Khazali, líder de Asaib, es otra parte del nexo iraní. Visitó el Líbano en 2017 y amenazó a Israel.
Los Estados Unidos lo designaron como terrorista en diciembre. Mohammed Al-Hashemi, también conocido como Abu Jihad, es otro hombre al que Estados Unidos señala. Miembro del partido de la Alianza Fatah, liderado por Hadi al-Amiri de Badr, es un “líder clave en la Alianza Bina pro-Irán”, según los Estados Unidos. Los EE.UU. dicen que se le relacionó con la llegada al poder del ex primer ministro Adel Abdel-Mahdi en 2018. “Era un aliado clave de al-Muhandis y un conducto para la influencia del PMU en la oficina del primer ministro [en Bagdad]”. Por último está Shibli al-Zayddi, un amigo de Muqtada al-Sadr. Trabajó con Muhandis y el CGRI para formar las unidades de Kataib Imam Ali. Los Estados Unidos lo han sancionado.
Los Estados Unidos dicen que la actividad de Irán ha obstaculizado la capacidad de EE.UU. para luchar contra el Estado Islámico en Irak. Las fuerzas de Estados Unidos están en Irak por invitación del gobierno iraquí para luchar contra ISIS. Las recientes tensiones entre Estados Unidos e Irán no fueron previstas como parte de esta misión. Hubo una controversia en diciembre de 2018 cuando el presidente Donald Trump dijo que EE.UU. podría usar a Irak para “vigilar” a Irán. Políticos iraquíes vinculados a grupos pro-Irán se opusieron a los comentarios y han amenazado con ordenar a los EE.UU. que abandonen Irak.
El cuadro que el informe de Estados Unidos pinta es uno en el que los grupos apoyados por Irán han matado a tiros a cientos de manifestantes y son más leales a Teherán que a Bagdad. Trabajaron con Soleimani y juran lealtad al Ayatolá Khamenei. Están dispuestos a derrocar al gobierno iraquí o a secuestrarlo para satisfacer sus necesidades, como lo han hecho cada vez más. Apuntan a las fuerzas de EE.UU. y exigen que solo los que ellos elijan puedan ser Primer Ministro.
Los Estados Unidos dicen que de octubre a diciembre “las milicias iraquíes alineadas con Irán llevaron a cabo múltiples ataques contra las fuerzas de EE.UU. en Irak”. Esto incluyó el asesinato de un contratista estadounidense el 27 de diciembre. Según el informe, el CENTCOM pensaba que el ataque a Soleimani y Muhandis había debilitado el papel de Irán y de la UPM. Pero el informe dice que se siguen lanzando cohetes contra las fuerzas y la embajada de Estados Unidos, incluyendo un ataque del 26 de enero.
Irán quiere usar Irak como parte de su “puente terrestre” hacia Siria y el Líbano. Los Estados Unidos no tienen muchas opciones para reducir la presencia de la milicia apoyada por Irán. El informe dice que las Fuerzas de Movilización Popular (PMU) se asocian con las fuerzas armadas iraquíes en las operaciones, “a pesar de la preocupación por la influencia de Irán sobre las milicias alineadas con Irán”. Los EE.UU. admiten a regañadientes que la presencia del PMU es un “positivo neto” en la lucha contra ISIS.
Los EE.UU. concluyeron que, según el CENTCOM, “Irán financia, arma, entrena y dirige a grupos de milicias chiítas en Irak para librar una guerra de poder contra los Estados Unidos”. Irán envía cohetes y otras municiones a las milicias y la DIA de los Estados Unidos dice que estos están destinados a lograr un objetivo de perturbar y acosar a las fuerzas estadounidenses y presionar a los EE.UU. para salir de Irak. “Irán trató de solidificar la influencia iraní dentro de la infraestructura de seguridad de Irak como una forma de presionar a los EE.UU. para que se retiren”. El CENTCOM cree ahora que mientras Estados Unidos mantenga una presencia en Irak, Irán buscará llevar a cabo ataques de acoso contra las fuerzas de EE.UU. No solo eso, Irán utilizará las milicias, que también son paramilitares oficiales del gobierno, para suprimir las protestas.
Hay tantas preocupaciones de Estados Unidos sobre el papel de Irán en Irak y Siria que el número de menciones a Irán llega a casi 150 y todo un apéndice clasificado está dedicado a “la actividad iraní en Irak”. El papel de Irán en Siria no se destaca tanto en el nuevo informe, pero los Estados Unidos dicen que están protegiendo los campos de petróleo en Siria para evitar que los ingresos del petróleo vayan a Irán o al régimen sirio. Los Estados Unidos están buscando la “eliminación de todas las fuerzas dirigidas por Irán y sus proxys en Siria”.