Los embajadores ante Israel de once países europeos y la Unión Europea registraron una gestión ante el Ministerio de Asuntos Exteriores sobre la posibilidad de que Israel aplique su soberanía al 30% de Judea y Samaria, confirmaron el jueves fuentes europeas.
El Reino Unido, Alemania, Francia, Irlanda, Holanda, Italia, España, Suecia, Bélgica, Dinamarca y Finlandia y la UE protestaron ante la Subdirectora General del Ministerio de Asuntos Exteriores para Europa, Anna Azari, en una videoconferencia, como se informó por primera vez en el Canal 13.
Los diplomáticos dijeron a Azari que están preocupados por la parte del acuerdo de coalición que permite al Primer Ministro Benjamin Netanyahu celebrar una votación en el gabinete o en la Knesset ya desde el 1 de julio sobre la aplicación de la soberanía israelí a partes de Judea y Samaria.
La anexión viola el derecho internacional, perjudica las posibilidades de paz y dañará la posición internacional de Israel, dijeron.
La semana pasada, varios de los países que protestaron el jueves se pronunciaron en contra de la anexión en el Consejo de Seguridad de la ONU. Francia amenazó con que tal medida “no pasaría desapercibida y no será pasada por alto en nuestra relación con Israel”.
Alemania, Estonia y Bélgica, también hicieron declaraciones contra la anexión en el Consejo de Seguridad de la ONU, al igual que el Reino Unido. El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, dijo que “cualquier anexión constituiría una grave violación del derecho internacional”.
Varios días después, Netanyahu dijo que la anexión ocurriría pronto: “El presidente [Donald] Trump prometió reconocer la soberanía de Israel sobre las comunidades judías de allí y del Valle del Jordán. En un par de meses a partir de ahora, estoy seguro de que esa promesa se cumplirá, que podremos celebrar otro momento histórico en la historia del sionismo”.
El plan de paz Trump permitiría a Israel aplicar su soberanía al 30% de Judea y Samaria, incluidos todos los poblados y todo el Valle del Jordán, y al mismo tiempo proporcionaría a los palestinos un enorme paquete de ayuda económica para apoyar su establecimiento de un Estado desmilitarizado, si cumplen ciertas condiciones, entre ellas poner fin a la incitación, los pagos a los terroristas y la institución de los derechos civiles.