Jordania dijo que se opone a cualquier esfuerzo para cambiar el status quo en el Monte del Templo en la Ciudad Vieja de Jerusalén, después del viaje del Primer Ministro Benjamín Netanyahu a Arabia Saudita esta semana.
En una declaración del miércoles, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Jordania dijo que rechaza “los intentos de alterar el status quo histórico y legal” en el Monte del Templo, conocido por los musulmanes como Haram al-Sharif o Mezquita Al-Aqsa.
“El reino continuará sus esfuerzos para proteger y cuidar la mezquita, y preservar los derechos de todos los musulmanes a ella en cumplimiento de la custodia hachemita de los lugares sagrados musulmanes y cristianos de Jerusalén”, dijo el portavoz Daifallah al-Fayez, según The Guardian.
Los comentarios se produjeron después de que Netanyahu mantuviera conversaciones el domingo con el poderoso príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, en la ciudad saudita de Neom, en el Mar Rojo, junto con el Secretario de Estado de EE.UU. Mike Pompeo, que según se informa incluyeron discusiones sobre Irán y la normalización.
Los cálidos lazos entre Jerusalén y Riad están despertando la preocupación en Amman de que Israel pueda intentar cambiar la custodia del Monte del Templo de los jordanos a los saudíes. La monarquía hachemita de Jordania ha custodiado el sitio desde 1924.
El Waqf, un consejo nombrado por los jordanos, supervisa los lugares supuestamente sagrados musulmanes en Jerusalén. Reclama la autoridad exclusiva sobre el complejo del Monte del Templo y dice que no está sujeto a la jurisdicción israelí. Las tensiones a menudo se intensifican en el sitio.
“Históricamente, el aspecto religioso fue clave en la legitimidad del gobernante y los hachemitas, tras abandonar el Hejaz, obtienen su legitimidad de Jerusalén”, dijo Adnan Abu-Odeh a The Guardian, antiguo asesor principal del Rey Abdullah y su padre Hussein.
“Israel ejerce presión y extorsión sobre Jordania con el asunto de la custodia y amenazan con dársela a los sauditas y no es muy descabellado, y creo que su majestad el rey lo entiende”, añadió.
Haciéndose eco de ese sentimiento, el ex-ministro de exteriores Jawad Anani dijo que Arabia Saudita era “el gran premio” para Netanyahu.
“Muchos jordanos … [están] siendo vigilantes sobre esto. Netanyahu … podría encontrar que vale la pena dar esto a la familia real saudí en lugar de mantenerlo con los hachemitas porque eso probablemente le traería el premio que está buscando, que es abierto y declarado, normalización con Arabia Saudita”, dijo Anani.
Aunque tal medida podría conducir a una mejora de los vínculos con Arabia Saudita, el ex diplomático británico Sir John Jenkins advirtió de las posibles consecuencias de seguridad para Israel.
“Aplastaría radicalmente a la monarquía hachemita y cambiaría la garantía de tipo que Jordania ha estado proporcionando a la seguridad israelí y regional. Sería como lanzar una granada en una habitación abarrotada”, dijo Jenkins, que fue cónsul general en el este de Jerusalén y embajador en Riad, al periódico.
También señaló el posible llamamiento a los sauditas.
“Irán siempre les ha desafiado sobre la legitimidad de su custodia de la Meca y Medina. Si añadieran un tercer santuario a su lista, podría aumentar sus pretensiones de ser los líderes absolutos del mundo islámico”, dijo.
El año pasado, el Rey Abdullah II de Jordania dijo que está bajo presión para alterar el papel histórico de su país como custodio de los lugares de la ocupación islámica de Jerusalén, pero que no cambiará su posición.
“Nunca cambiaré mi posición hacia Jerusalén en mi vida”, dijo Abdullah en ese momento. “Todo mi pueblo está conmigo”.
No especificó qué tipo de presión estaba encontrando.
El papel de Jordania como custodio fue consagrado por el histórico acuerdo de paz israelí-jordano en 1994.