AMÁN – Jordania dijo el domingo que planea construir una planta desalinizadora del Mar Rojo que funcione en un plazo de cinco años, para proporcionar al reino, mayoritariamente desértico y azotado por la sequía, el agua potable necesaria.
El coste del proyecto se estima en “alrededor de 1.000 millones de dólares”, dijo el portavoz del Ministerio de Agua e Irrigación, Omar Salameh, añadiendo que la planta se construirá en el Golfo de Aqaba, en el sur de Jordania.
Se espera que la planta produzca entre 250 y 300 millones de metros cúbicos de agua potable al año, y debería estar lista para funcionar en 2025 o 2026, dijo Salameh.
“Cubrirá las necesidades de agua potable (en Jordania) durante los próximos dos siglos”, dijo, y añadió que el agua desalinizada se canalizaría desde Aqaba, en el Mar Rojo, al resto del país.
Jordania es uno de los países con mayor escasez de agua del mundo y, según los expertos, el país, con 10 millones de habitantes, está sufriendo una de las sequías más graves de su historia.
Trece consorcios internacionales han presentado ofertas, y el gobierno elegirá a cinco de ellos antes de julio, dijo Salameh.
La desalinización del agua supone un gran consumo de energía, y las empresas deben sugerir cómo hacer funcionar la planta en Jordania, que no tiene grandes reservas de petróleo.
El mes pasado, Salameh dijo que Jordania necesita unos 1.300 millones de metros cúbicos de agua al año.
Pero las cantidades disponibles son de entre 850 y 900 millones de metros cúbicos, y el déficit “se debe a la escasez de lluvias, al calentamiento global, al crecimiento de la población y a las sucesivas entradas de refugiados”, dijo.
Este año, las reservas de los principales embalses de agua potable han alcanzado niveles críticos, muchos de ellos a un tercio de su capacidad normal.