El ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, el príncipe Faisal Bin Farhan Bin Abdullah, se reunió el lunes con el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, durante su visita oficial a Austria.
Según Saudi Gazette, ambos discutieron los acontecimientos más destacados en relación con el programa nuclear iraní. El ministro de Asuntos Exteriores saudí subrayó la importancia de imponer los mecanismos necesarios para una inspección rápida y exhaustiva de todos los emplazamientos nucleares de Irán.
Subrayaron la necesidad de poner fin a las violaciones iraníes de las leyes y normas internacionales que desestabilizan la seguridad y la estabilidad de la región y del mundo.
Ambos hablaron también de la importancia de adherirse a las normas internacionales en materia de energía atómica para impulsar el crecimiento y el progreso para lograr un desarrollo sostenible a nivel mundial.
Irán y Arabia Saudita son rivales regionales que apoyan a bandos opuestos en las guerras de Yemen, donde Irán respalda a los rebeldes Hutíes, y en Siria, donde el régimen iraní apoya al dictador Bashar al Assad mientras los saudíes respaldan a los rebeldes que intentan derrocarlo.
Arabia Saudita ha pedido en repetidas ocasiones a Irán que deje de “inmiscuirse” en los asuntos de los vecinos del reino.
Irán ha respondido acusando a Arabia Saudita de intentar “arrastrar a toda la región a la confrontación”.
Arabia Saudita ha criticado el acuerdo nuclear con Irán de 2015, calificándolo de “acuerdo defectuoso”.
Durante las negociaciones entre Irán y las potencias mundiales sobre el acuerdo nuclear de 2015, Arabia Saudita y otros grandes Estados suníes expresaron su preocupación por un acuerdo que permitiera a Irán fabricar armas nucleares, una postura que los situaba muy cerca de la posición de Israel al respecto.
Sin embargo, finalmente el gobierno de Arabia Saudita anunció que acogía con satisfacción el acuerdo.