Los medios de comunicación pro-sirios en Líbano informaron recientemente de que Moscú está adoptando una nueva táctica con respecto a los ataques de Israel en Siria.
La semana pasada, una fuente rusa “bien informada” ha declarado al periódico londinense Asharq Al-Awsat que a Rusia se le ha “agotado la paciencia” con los ataques de Israel en Siria, tras recibir la impresión de que “Washington no ve con buenos ojos las continuas incursiones israelíes”.
El informe añadió que, como resultado de esta impresión, Rusia está suministrando a las fuerzas sirias sistemas antimisiles más avanzados, para ayudarles a derribar el armamento israelí.
Además, otra alta fuente rusa dijo a Asharq Al-Awsat que Rusia ha comenzado a ayudar al gobierno sirio a “cerrar el espacio aéreo sirio a los aviones israelíes”. La fuente añadió que la decisión “está directamente relacionada con la cumbre entre el presidente Putin y el presidente Biden el mes pasado”.
Según los informes, la línea de comunicación para la coordinación temprana entre las fuerzas de seguridad de Israel y las fuerzas de seguridad rusas en Siria ya no existe, ya que funcionaba gracias a la conexión directa entre el ex primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, que ahora encabeza la oposición, y el presidente ruso Vladimir Putin, que vio de cerca a Netanyahu en la cuestión de impedir el atrincheramiento de Irán en Siria.
Los medios de comunicación libaneses citaron a un alto funcionario ruso diciendo que “la coordinación inicial con Israel terminó en el momento en que se formó el nuevo gobierno y Netanyahu dimitió de su cargo. Se puede decir que hoy nuestra conexión con las fuerzas israelíes que están en el lado israelí de la frontera con Siria es completamente concreta y basada en intereses”.
Las fuentes rusas declararon al periódico que “Moscú era prudente” con respecto a los ataques de Israel en Siria, “ya que Israel tenía una línea directa” con Washington, “y coordinaba todas las acciones con Estados Unidos. Ahora que Rusia tiene una conexión directa con los estadounidenses para coordinar, logramos confirmar la creencia de que Washington no da su bendición a estos ataques”.