Las mujeres afganas están siendo obligadas a abandonar sus profesiones en medio del avance de las tropas talibanes que expulsan a las fuerzas gubernamentales del país. Según el informe, a nueve mujeres se les ordenó sumariamente que abandonaran sus puestos en un banco de Kandahar en plena jornada laboral; militantes armados las escoltaron fuera, diciendo que podían enviar a familiares varones para que ocuparan su lugar, pero que no debían volver a sus puestos de trabajo.
Poco después, se produjo una escena similar en la ciudad de Herat. Los militantes entraron en el banco durante las horas de trabajo y empezaron a reprender a las mujeres por llevar la cara descubierta; las empleadas renunciaron, anunciando su intención de enviar a familiares varones para que ocuparan su lugar.
Ni los bancos en cuestión ni los representantes talibanes han respondido a las peticiones de comentarios sobre los incidentes.
El gobierno afgano ha condenado los incidentes y ha pedido el apoyo mundial, afirmando que “los talibanes harán retroceder la libertad a todos los niveles. El mundo debe ver que esto es por lo que luchan nuestras fuerzas y ayudarnos”.
Numerosas mujeres afganas han acudido a las redes sociales desde que los talibanes reanudaron sus ofensivas, expresando su indignación por los nuevos ataques a los derechos de las mujeres. Una mujer llamada Rada Akhbar comentó: “Con cada ciudad que se derrumba, los cuerpos humanos se derrumban, los sueños se derrumban, la historia y el futuro se derrumban, el arte y la cultura se derrumban, la vida y la belleza se derrumban, nuestro mundo se derrumba. Que alguien, por favor, detenga esto”.