El Consejo de Seguridad de la ONU emitió una declaración en la que pedía un alto el fuego inmediato en Afganistán, un día después de que los talibanes tomaran el control de la capital, Kabul.
En su declaración, el Consejo de Seguridad pidió “el cese inmediato de todas las hostilidades y el establecimiento, mediante negociaciones inclusivas, de un nuevo gobierno unido, integrador y representativo, que incluya la participación plena, igualitaria y significativa de las mujeres”.
El Consejo declaró además que “deben garantizarse la continuidad institucional y el cumplimiento de las obligaciones internacionales de Afganistán, así como la seguridad de todos los ciudadanos afganos e internacionales”.
El Consejo pidió “el fin inmediato de la violencia en Afganistán, el restablecimiento de la seguridad y el orden civil y constitucional, y la celebración de conversaciones urgentes para resolver la actual crisis de autoridad en el país y llegar a una solución pacífica mediante un proceso de reconciliación nacional dirigido y asumido por los afganos”.
En la declaración se expresaba “una profunda preocupación por el número de denuncias de graves violaciones del derecho internacional humanitario y de abusos de los derechos humanos en las comunidades afectadas por el actual conflicto armado en todo el país, y se subrayaba la necesidad urgente e imperiosa de llevar a los autores ante la justicia”. Subrayaron que todas las partes deben respetar sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario en todas las circunstancias, incluidas las relacionadas con la protección de los civiles. Subrayaron la particular situación de vulnerabilidad del personal humanitario y médico, de los intérpretes y de otros proveedores de servicios internacionales”.
Los miembros del Consejo de Seguridad reafirmaron “la importancia de combatir el terrorismo en Afganistán para garantizar que el territorio de este país no se utilice para amenazar o atacar a ningún país, y que ni los talibanes ni ningún otro grupo o individuo afgano apoyen a los terroristas que operan en el territorio de ningún otro país”.
Los miembros del Consejo de Seguridad reiteraron su apoyo a la labor de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA). Hicieron hincapié en la importancia de la seguridad del personal de la ONU, así como del personal diplomático y consular de los Estados miembros de la ONU.