El ganador de las elecciones parlamentarias de octubre en Irak, el clérigo musulmán chiíta Moqtada Sadr, se reúne con sus rivales de la antigua alianza paramilitar pro-iraní Hashed al-Shaabi antes de la apertura del parlamento.
La votación del 10 de octubre fue rechazada por la Alianza Fatah (Conquista), brazo político de los Hashed pro-iraníes, pero el máximo tribunal iraquí desestimó el lunes sus acusaciones de fraude electoral y ratificó los resultados. Esto allana el camino para que el parlamento se reúna y elija un presidente, que a su vez nombrará un primer ministro encargado de formar un nuevo gobierno.
Líderes como el jefe de la Alianza Fatah, Hadi al-Ameri, el alto funcionario del Hashed, Faleh al-Fayyad, y Qais al-Khazali, jefe de la fuerza Asaib Ahl al-Haq -un componente clave del Hashed- son recibidos por Sadr en su casa de la ciudad santuario iraquí de Nayaf, según la agencia estatal de noticias INA.
Los líderes discuten “la situación política” y la “formación del próximo gobierno”, informa INA.
Sadr, un inconformista político y antiguo líder de las milicias antiestadounidenses que se opone a toda injerencia extranjera, ya se había reunido con líderes de partidos proiraníes a principios de este mes.