Israel notificó el lunes 871 casos graves de coronavirus, diez veces más que la cantidad de pacientes graves registrados hace un mes, el 25 de diciembre, cuando sólo había 88 pacientes en estado grave.
Las muertes por coronavirus también siguen aumentando drásticamente, con 16 nuevas muertes registradas el lunes, en comparación con el 24 de diciembre, cuando se registró una muerte por coronavirus, y el 25 de diciembre, cuando no se registró ninguna.
El lunes se registraron en Israel un total de 83.613 casos de coronavirus, según mostraron el martes por la mañana nuevos datos del Ministerio de Sanidad, y los casos graves siguieron aumentando, pasando de 813 el día anterior a 871 el lunes.
El número de pacientes intubados asciende actualmente a 177, lo que supone un aumento de 14 respecto al día anterior, y 19 están conectados a máquinas de ECMO.
Sin embargo, el número de nuevos casos se mantuvo relativamente estable, con unos 83.600 nuevos casos diarios por segundo día consecutivo.
De las 382.966 pruebas de COVID-19 realizadas ayer, tanto de PCR como de antígeno, hubo una tasa de resultados positivos del 21,83%, y actualmente se calcula que hay 580.400 casos activos en Israel.
Sólo en la última semana se han detectado más de medio millón de nuevos casos de coronavirus en Israel, lo que eleva el número total de casos en Israel desde marzo de 2020 a 2.481.420.
Mientras tanto, el Equipo de Respuesta a la Pandemia de Israel y el Comité Asesor de Vacunas recomendaron el martes la administración de una cuarta vacuna contra el coronavirus a los menores de 60 años y a los mayores de 18 que se hayan recuperado o hayan recibido la tercera dosis al menos cinco meses antes.
La recomendación se dio a la luz de los datos positivos que mostraron que después de recibir la cuarta dosis, una persona tiene entre 3 y 5 veces la cantidad de protección contra la morbilidad grave, y el doble de protección contra la infección en comparación con los que han recibido sólo tres dosis.
Los primeros resultados publicados por el Ministerio de Sanidad el domingo indicaron que la cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus protege a los mayores de 60 años más de tres veces contra la enfermedad grave y el doble contra la infección en comparación con los que sólo recibieron tres dosis.
La comparación se realizó entre unas 400.000 personas que recibieron la cuarta dosis y unas 600.000 que recibieron la tercera dosis hace al menos cuatro meses.
Sin embargo, tras el anuncio del grupo de expertos sobre la cuarta vacuna y los datos preliminares publicados por el Ministerio de Sanidad, el profesor Eyal Leshem, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Médico Sheba de Tel Hashomer, emitió un comunicado en el que reiteraba que se ha demostrado que tres dosis de la vacuna son suficientes para proteger contra la enfermedad grave a personas jóvenes y sanas.
Los principales grupos demográficos que se beneficiarán de una cuarta vacuna, dijo, son “las personas que padecen factores de riesgo de enfermedades graves, como es el caso de muchos ancianos y los que padecen enfermedades crónicas”. En este caso, la cuarta vacuna puede proporcionar una protección adicional.
Por último, añadió, el uso de múltiples refuerzos en poblaciones de bajo riesgo debería reconsiderarse dada la escasez mundial de vacunas contra el coronavirus en estos momentos.
“La comunidad mundial debería centrarse ahora en priorizar y suministrar las vacunas a las poblaciones vulnerables no vacunadas en los países del tercer mundo, donde las tasas de cobertura vacunal son todavía bajas”, concluyó.
La recomendación de suministrar una cuarta vacuna a los menores de 60 años está todavía sujeta a la aprobación del Director General del Ministerio de Sanidad, el profesor Nachman Ash.
Hasta el martes por la mañana, cerca de 700.000 personas han recibido la cuarta vacuna, y en caso de que se apruebe la segunda vacuna de refuerzo para las personas de 18 a 60 años, se espera que el número aumente exponencialmente.
El ex primer ministro Benjamín Netanyahu acusó al gobierno de rendirse y “abandonar la vida de los ciudadanos israelíes” en una encendida declaración hecha desde Jerusalén el martes por la noche.
Criticando al primer ministro Naftali Bennett y al primer ministro suplente Yair Lapid, Netanyahu señaló cuatro sectores en los que, según él, el gobierno está fallando: los enfermos graves, los hospitalizados, los niños y el sustento de los trabajadores.
Lo más grave, dijo, es que el actual plan para poner fin a la cuarentena de los niños, que entrará en vigor este jueves, está causando un peligro real.
“A pesar de las pruebas procedentes de Estados Unidos de las graves enfermedades y síntomas que afectan a los niños afectados por Ómicron, el gobierno ha decidido que dentro de dos días pasaremos a la infección masiva de todos los niños israelíes”, dijo Netanyahu. “Sin aislamiento, sin aplicación, sin pruebas ordenadas: todos serán infectados”.
A primera hora del martes, Ynet informó de que el Ministerio de Sanidad está considerando dar marcha atrás en el plan de poner fin a los requisitos de aislamiento para los niños, debido a la creciente preocupación de que la variante Ómicron pueda tener efectos graves y duraderos en su salud.
La Comisión de Constitución, Derecho y Justicia aprobó, por segunda vez, la nueva ley sobre el coronavirus tras añadir dos enmiendas solicitadas por el MK Simcha Rothman (Partido Sionista Religioso) a cambio de su apoyo a la ley.
La ley exige el restablecimiento de la supervisión parlamentaria de las decisiones del gobierno sobre el COVID-19 y pone límites a su capacidad de introducir nuevas restricciones relacionadas con la pandemia.
Mientras que la pandemia se clasifica como estado de emergencia, la nueva ley diferencia entre una oleada activa de coronavirus y el tiempo entre oleadas, cuando se siguen registrando casos, pero a un ritmo mucho menor.
La nueva ley, que entrará en vigor el 1 de febrero una vez aprobada, considerará el periodo intermedio como una “situación sanitaria especial”, y sólo las oleadas se considerarán estado de emergencia.
Las enmiendas de Rothman garantizan que, a partir de ahora, cuando se declare el estado de emergencia a causa del COVID-19, un mínimo de siete miembros formarán parte del grupo de expertos en coronavirus, incluidos el primer ministro, el ministro de Sanidad y el ministro de Hacienda, en lugar de los cinco miembros que se habían acordado en la versión anterior de la ley.
En segundo lugar, la participación en la oración se ha añadido a la lista de exenciones durante cualquier cierre futuro, lo que significa que incluso si hay limitaciones en la distancia que una persona puede ir de su casa en el futuro, la gente podrá salir para asistir a los servicios de oración.
“Durante el último día he estado caminando muy contento de que hayamos conseguido algo histórico para todos, judíos, cristianos y musulmanes”, dijo Rothman sobre la nueva cláusula de exención de la oración. Se espera que el proyecto de ley se presente ante la Knesset para su votación al final del día.