El F-111 Aardvark, desarrollado por General Dynamics en los años 60, fue el primer avión con alas de barrido variable. Operó durante más de tres décadas en la USAF.
Orígenes del F-111 y su impacto en la doctrina aérea
General Dynamics introdujo el F-111 Aardvark en la década de 1960 como una respuesta a los desafíos estratégicos de la Guerra Fría. Este bombardero táctico y estratégico revolucionó la aviación militar con su diseño innovador y su capacidad para realizar misiones a alta velocidad y baja altitud.
El incidente del U-2 en 1960 influyó directamente en el desarrollo del F-111. Cuando las defensas soviéticas derribaron el avión espía de Francis Gary Powers con un misil S-75 Dvina, quedó demostrado que los bombarderos de gran altitud eran vulnerables. En respuesta, el Departamento de Defensa optó por desarrollar una aeronave capaz de evadir los sistemas antiaéreos mediante un perfil de vuelo a baja altitud.
El programa TFX (Tactical Fighter Experimental), iniciado en 1961 bajo la dirección del secretario de Defensa Robert McNamara, buscó un avión versátil para la USAF y la Marina. Aunque la Marina se retiró del proyecto, la USAF continuó con su desarrollo, dando origen al F-111. Su apodo, “Aardvark”, se debió a su nariz alargada y su capacidad de volar cerca del terreno, similar a cómo un cerdo hormiguero busca alimento.
Diseño innovador y capacidades del F-111
El sistema de alas de barrido variable fue la característica más innovadora del F-111. Este mecanismo permitía ajustar el ángulo de las alas entre 16° y 72.5°, optimizando la estabilidad en despegues y aterrizajes con la configuración extendida, y mejorando la eficiencia aerodinámica a velocidades supersónicas con las alas en barrido completo. Este diseño lo distinguía de aviones de alas fijas como el F-4 Phantom II, que sacrificaban versatilidad por especialización.
Propulsado por dos motores turbofan Pratt & Whitney TF30, el F-111 alcanzaba una velocidad máxima de Mach 2.5 y generaba un empuje total de 50,000 libras con poscombustión. Su radar de seguimiento del terreno (TFR) le permitía volar automáticamente a tan solo 200 pies del suelo, incluso en condiciones adversas. Estas características lo convirtieron en un avión pionero en la penetración de defensas enemigas.
Especificaciones clave del F-111 Aardvark
- Alas de barrido variable: Ajustables entre 16° y 72.5° para diferentes fases de vuelo.
- Velocidad máxima: Alcanzaba hasta Mach 2.5 en configuraciones de alta velocidad.
- Sistema de radar TFR: Permitía vuelos a baja altitud sin intervención directa del piloto.
- Carga útil: Hasta 31,500 libras de armamento, incluyendo bombas convencionales y nucleares.
- Primera misión de combate: Desplegado en la Guerra de Vietnam en 1968 bajo la operación Combat Lancer.
El F-111 superaba ampliamente a sus predecesores en términos de carga útil. Podía transportar hasta 31,500 libras de armamento, cuadruplicando la capacidad del F-4 Phantom. Su capacidad de ataque abarcaba desde bombas convencionales hasta armas nucleares tácticas, como la B61.
Participación en conflictos y desempeño en combate
El F-111 entró en servicio en 1967 y tuvo su debut en combate en Vietnam durante la operación Combat Lancer en 1968. Aunque sus primeros despliegues enfrentaron problemas técnicos, las versiones mejoradas, como el F-111F, mostraron su efectividad en la campaña Linebacker de 1972. Su capacidad para volar de noche y a baja altitud le permitió atacar objetivos estratégicos con una tasa de pérdidas muy baja en comparación con otros aviones de la época.
En Tormenta del Desierto (1991), el F-111F demostró su precisión al utilizar bombas guiadas por láser Pave Tack para atacar infraestructuras iraquíes. Con más de 2,500 misiones completadas y un índice de éxito superior al 85%, el Aardvark fue clave en la ofensiva aérea contra Irak.
Retiro y legado del F-111
El fin de la Guerra Fría llevó a la reevaluación de muchas plataformas militares, incluido el F-111. Tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, los recortes presupuestarios hicieron insostenible su mantenimiento. Alternativas como el B-1B Lancer, más moderno y con menor costo operativo, asumieron su rol en bombardeo supersónico, mientras que el F-15E Strike Eagle heredó las misiones de ataque táctico de precisión.
La USAF retiró el último F-111 en 1998, pero la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) continuó usándolo hasta 2010. Su legado permanece en el diseño de aeronaves posteriores como el B-1 Lancer y el Panavia Tornado, que adoptaron el concepto de vuelo a baja altitud con alas de geometría variable.
El F-111 Aardvark representó un avance significativo en la aviación militar. Aunque su vida operativa concluyó, su impacto en el desarrollo de aeronaves y en la evolución de las tácticas aéreas sigue siendo innegable.