El futuro de Volodymyr Zelensky como presidente de Ucrania quedó en entredicho tras una acalorada confrontación televisada con Donald Trump y el vicepresidente JD Vance en la Oficina Oval. El senador Lindsey Graham, republicano de Carolina del Sur, y otros líderes políticos han planteado la posibilidad de que Zelensky deba renunciar o al menos someterse a elecciones.
No es la primera vez que influyentes republicanos sugieren cambios en el liderazgo ucraniano. Trump ya había impulsado esta idea después de una conversación con el presidente ruso Vladimir Putin. Durante una reciente declaración, el mandatario estadounidense insistió en la necesidad de elecciones en Ucrania, basándose en la afirmación errónea de que Zelensky solo cuenta con un 4% de aprobación. Sin embargo, la Constitución ucraniana impide la celebración de comicios bajo la Ley Marcial vigente en tiempos de guerra.
Según un informe de Reuters, el respaldo a Zelensky se sitúa en torno al 63%. El líder ucraniano ha reiterado su disposición a renunciar si su país logra la membresía en la OTAN. En una entrevista con Bret Baier de Fox News, destacó que solo los ciudadanos ucranianos tienen derecho a decidir su futuro político, descartando cualquier intento de Trump por utilizar esta cuestión como herramienta de negociación con Putin.
Si Zelensky dejara el cargo, varios posibles sucesores han sido mencionados. Entre ellos, Vitali Klitschko, alcalde de Kiev desde 2014 y exboxeador, cuenta con un sólido apoyo en la capital y ha adquirido reconocimiento internacional. Durante una visita a Bruselas, defendió la unidad nacional frente a los ataques de la administración Trump y la amenaza de Putin. A pesar de sus críticas previas a Zelensky, advirtió que unas elecciones podrían debilitar internamente al país en un momento crítico.
Otro posible candidato es Ruslan Stefanchuk, presidente del Parlamento de Ucrania y aliado cercano de Zelensky. Ha rechazado las presiones internacionales para convocar elecciones y, en una publicación en Facebook, afirmó que “quien realmente necesita ser obligado a elecciones libres y justas es Putin”. Subrayó que Ucrania requiere “balas, no votos”, en referencia a la necesidad de apoyo militar.
El jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kyrylo Budanov, también es considerado una opción viable, aunque no ha manifestado interés en postularse. Su índice de confianza supera incluso al de Zelensky, y recientemente expresó optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz tras tres años de guerra.
Valerii Zaluzhny, excomandante en jefe de las fuerzas armadas y actual embajador en el Reino Unido, figura como otro potencial sucesor. Su destitución en 2024 marcó un punto de tensión con Zelensky, pero su popularidad sigue en alza, con un 80% de confianza entre los ucranianos según Carnegie Politika. Una simulación de segunda vuelta presidencial reveló un empate técnico entre ambos, aunque Zaluzhny no ha confirmado su intención de postularse.
A medida que crecen las especulaciones sobre el liderazgo en Ucrania, la estabilidad política del país sigue siendo un factor clave en su lucha contra la invasión rusa y en sus relaciones con Occidente.