El 27 de abril de 2025, Arabia Saudí y Catar cancelaron los 15 millones de dólares que Siria adeudaba al Grupo del Banco Mundial. Esta acción, comunicada por los Ministerios de Finanzas de ambos países mediante la agencia saudí SPA, busca reactivar la economía siria tras el derrocamiento de Bachar al Asad. El pago permite al Banco Mundial retomar su asistencia financiera y técnica, interrumpida desde 2011 por la guerra civil. El gobierno interino de Ahmed al Sharaa prioriza la reconstrucción de un país devastado por la guerra.
La intervención de Riad y Doha fortalece el apoyo del Golfo a Siria tras la ofensiva de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) en 2024, que consolidó un nuevo liderazgo en Damasco. Aunque Reuters reportó el 14 de abril de 2025 que Arabia Saudí planeaba asumir la deuda sola, el anuncio oficial incluyó a Catar. La cancelación de los 15 millones desbloquea fondos del Banco Mundial para reconstruir infraestructuras, reforzar el sector público y mejorar el suministro eléctrico, un área que Catar ya apoya con gas canalizado vía Jordania.
Siria enfrenta una reconstrucción estimada en más de 250,000 millones de dólares, según el Peterson Institute for International Economics. El gobierno interino solicita la suspensión de sanciones internacionales que restringen la inversión extranjera. La acción de Arabia Saudí y Catar, además de liberar financiamiento, aporta asistencia técnica para reformar políticas económicas y reconstruir instituciones. Ambos países exhortaron a otras entidades financieras globales y regionales a intensificar su apoyo para agilizar el desarrollo sirio.
La guerra civil, iniciada en 2011 tras la represión de protestas, provocó la suspensión de las operaciones del Banco Mundial en Siria. Las deudas acumuladas, incluyendo los 15 millones ahora pagados, bloquearon nueva asistencia del Fondo Monetario Internacional y otras instituciones. Intentos previos de Damasco para usar activos congelados en el extranjero fracasaron por sanciones y restricciones legales. La iniciativa de Riad y Doha marca un avance clave para reintegrar a Siria al sistema financiero internacional.
Las relaciones entre Arabia Saudí, Catar y Siria han enfrentado tensiones históricas. Durante la guerra, ambos países del Golfo respaldaron grupos opositores a Al Asad, aunque con intereses a veces opuestos. La reconciliación tras la crisis diplomática de 2017-2021, iniciada por Arabia Saudí contra Catar, facilitó esta colaboración. El apoyo a Siria refuerza la influencia regional de Arabia Saudí y consolida el papel de Catar como mediador y proveedor de ayuda humanitaria.