Israel recicla el 85% de aguas residuales para irrigación, usando tecnologías avanzadas de filtración lideradas por Mekorot, impulsando sostenibilidad.
Avances en tratamiento de aguas residuales en Israel
Israel recicla cerca del 85% de sus aguas residuales, liderando mundialmente en la reutilización de agua para irrigación agrícola. La planta Shafdan, operada por Mekorot, procesa 370 millones de litros diarios de aguas residuales del área de Tel Aviv, enviando el agua tratada al Néguev para regar más del 60% de los cultivos. Este proceso emplea tratamientos biológicos secundarios y filtración terciaria por acuíferos, garantizando agua segura para la agricultura. Desde los años 2000, el país invirtió más de 750 millones de dólares en infraestructura de reciclaje, logrando un modelo de gestión hídrica eficiente.
El sistema de reciclaje de aguas residuales en Israel comenzó en la década de 1970, cuando la escasez de agua amenazaba la agricultura. La tecnología de Soil Aquifer Treatment (SAT) permite que el agua tratada se filtre a través de arena durante meses, eliminando contaminantes. Mekorot, la compañía nacional de agua, supervisa 67 plantas de tratamiento, de las cuales las 10 más grandes manejan más del 56% del volumen de aguas residuales del país. Este enfoque reduce la dependencia de fuentes de agua dulce, como el Mar de Galilea, preservando recursos naturales.
El proceso de tratamiento en Shafdan incluye varias etapas: filtración primaria para eliminar sólidos, tratamiento biológico para descomponer materia orgánica y filtración terciaria para garantizar la calidad. El agua resultante cumple con estrictos estándares de salud, permitiendo su uso en cultivos sin restricciones. Israel destina el 85% del agua reciclada a la agricultura, mientras que el 10% se usa para restaurar ríos y prevenir incendios. Solo el 5% se descarga al mar, en contraste con países como España, que recicla el 20%.
La inversión en infraestructura hídrica permitió a Israel alcanzar un superávit de agua, exportando incluso a países vecinos. Desde 2010, Mekorot integró agua desalinizada al National Water Carrier, complementando el suministro de agua reciclada. Esta red de distribución, completada en 1964, transporta agua desde el norte hasta el árido sur, beneficiando a comunidades agrícolas en el Néguev. La combinación de reciclaje y desalinización asegura la seguridad hídrica en un país donde el 70% del territorio es desierto.
Datos clave sobre reciclaje de agua en Israel
- Tasa de reciclaje: Israel recicla el 85% de sus aguas residuales, la más alta del mundo.
- Planta Shafdan: Trata 370 millones de litros diarios, irrigando el 60% de los cultivos del Néguev.
- Inversión: Más de 750 millones de dólares en infraestructura de reciclaje desde los 2000.
- Uso agrícola: El 85% del agua reciclada se destina a irrigación, el 10% a ríos y el 5% al mar.
- Tecnología SAT: Filtración natural por arena elimina contaminantes en 6 a 12 meses.
Tecnologías innovadoras en gestión hídrica
La tecnología desempeña un papel central en el reciclaje de aguas residuales en Israel. Además del SAT, se utilizan sistemas avanzados como biorreactores de membrana y purificación ultravioleta. La planta Shafdan implementa tecnologías que eliminan contaminantes orgánicos, aunque persisten desafíos con compuestos como los disruptores endocrinos. Mekorot realiza pruebas piloto para mejorar la eliminación de estos contaminantes, asegurando la seguridad del agua para cultivos. Estas innovaciones han permitido a Israel reducir riesgos sanitarios asociados con el riego con agua reciclada.
El modelo de Israel inspiró a otros países con escasez hídrica. Empresas israelíes exportan tecnologías de reciclaje a regiones como California, India y África. Por ejemplo, la empresa Fluence desarrolla soluciones descentralizadas que evitan la necesidad de grandes redes de tuberías, adaptándose a comunidades rurales. En 2020, Israel propuso estándares globales para el reciclaje de agua en la Organización Internacional para la Estandarización, consolidando su liderazgo en el sector. La colaboración con socios internacionales fortalece la transferencia de conocimientos.
La agricultura en Israel consume el 50% del agua disponible, frente al 70% global, gracias al reciclaje y al riego por goteo, desarrollado por Netafim. Esta técnica, creada en 1959 por Simcha Blass, aplica agua directamente a las raíces, optimizando el uso de recursos. La combinación de agua reciclada y riego eficiente permite a Israel cultivar en regiones áridas, exportando productos agrícolas por valor de 2 mil millones de dólares anuales. El reciclaje de agua también reduce la presión sobre los acuíferos, protegiendo el medio ambiente.
El éxito de Israel en la gestión hídrica se basa en políticas públicas sólidas. Desde 1961, Mekorot implementa programas de mejora de lluvias y desalinización, complementando el reciclaje. Las campañas de conservación redujeron el consumo doméstico, mientras que las tarifas por uso de agua incentivan la eficiencia. En 2015, Israel reciclaba el 86% de sus aguas residuales, y planea alcanzar el 95% para 2025. Estas medidas aseguran la sostenibilidad en un contexto de cambio climático y crecimiento poblacional.
Impacto económico y ambiental del reciclaje
El reciclaje de aguas residuales generó beneficios económicos significativos en Israel. Un estudio de ScienceDirect estimó que el uso de agua reciclada para irrigación aporta 3.3 mil millones de dólares en valor presente al país. Este sistema permite a los agricultores acceder a agua asequible, reduciendo costos en comparación con el agua potable. La infraestructura de reciclaje creó miles de empleos, especialmente en el sector tecnológico y de ingeniería, impulsando el crecimiento económico.
El impacto ambiental del reciclaje es igualmente notable. Al reutilizar el 85% de las aguas residuales, Israel minimiza la contaminación de ríos y mares. Los reservorios construidos por KKL-JNF almacenan 260 millones de metros cúbicos de agua reciclada, apoyando la agricultura y restaurando ecosistemas. Sin embargo, persisten preocupaciones sobre contaminantes como fármacos en el agua reciclada. Investigadores de la Universidad Hebrea detectaron residuos de medicamentos en cultivos, aunque los niveles son considerados bajos por las autoridades.
La gestión hídrica de Israel combina reciclaje, desalinización y conservación. La planta de desalinización Sorek, la más grande del mundo, produce 200 mil millones de galones de agua potable al año, complementando el suministro de agua reciclada. Estas estrategias permitieron a Israel superar la escasez hídrica, convirtiéndose en un modelo global. La cooperación internacional, liderada por MASHAV, comparte estas tecnologías con países en desarrollo, abordando desafíos hídricos globales.
El reciclaje de aguas residuales en Israel demuestra cómo la innovación y la inversión pueden transformar un recurso escaso en una ventaja estratégica. Desde la creación del National Water Carrier hasta las modernas plantas de tratamiento, el país desarrolló un sistema integral que asegura agua para la agricultura y el consumo doméstico. Este modelo, respaldado por Mekorot y empresas privadas, posiciona a Israel como líder en sostenibilidad hídrica, enfrentando los retos del cambio climático.