El ejército israelí confirmó que tres operativos de Hezbolá murieron en ataques con drones ejecutados el martes en distintos puntos de Líbano. Estos sucesos ocurrieron pese al alto el fuego vigente, que exige la retirada del grupo terrorista libanés del sur del país.
En Ain Baal, cerca de la ciudad costera de Tiro, se produjo el primer ataque. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) identificaron a Hussein Nazih Barji como el objetivo principal. Barji, descrito como un ingeniero clave, lideraba proyectos de desarrollo de misiles de precisión en la división de investigación de armamento de Hezbolá. Su experiencia lo convertía en una figura central para la fabricación de armas avanzadas.
El ejército señaló que la eliminación de Barji buscaba frenar los esfuerzos de Hezbolá para rearmarse, ya que sus actividades violaban los acuerdos establecidos entre Israel y Líbano. Este ataque apuntó a desmantelar la infraestructura de producción de armamento del grupo.
Un segundo ataque, ejecutado en Yater, en el sur de Líbano, acabó con la vida de un comandante de la unidad de élite Radwan de Hezbolá. Las FDI no proporcionaron detalles adicionales sobre su identidad, pero destacaron la relevancia del objetivo.
En Aitaroun, también en el sur, un tercer miembro de Hezbolá murió en otro ataque con drones. Las FDI divulgaron imágenes de los tres operativos abatidos, reforzando la precisión de las operaciones.
El alto el fuego, acordado en noviembre de 2024, puso fin a más de un año de hostilidades entre Israel y Hezbolá, incluyendo dos meses de guerra abierta. Los enfrentamientos iniciaron el 8 de octubre de 2023, cuando Hezbolá, apoyado por Irán, lanzó ataques diarios con misiles y drones contra Israel en solidaridad con Hamás.
A pesar del cese de hostilidades, Israel mantiene operaciones contra amenazas inmediatas. Desde la entrada en vigor del alto el fuego, más de 150 operativos de Hezbolá han sido eliminados en ataques casi diarios. El acuerdo permite estas acciones para neutralizar riesgos.
El presidente libanés afirmó recientemente que el ejército de su país controla más del 85 % del sur de Líbano, de donde Hezbolá debía replegarse según el alto el fuego. Sin embargo, ninguna fuente externa ha verificado esta declaración.
Por su parte, Israel retiró la mayoría de sus fuerzas del sur de Líbano, manteniendo presencia en cinco puestos estratégicos.