El Departamento de Estado considera destinar $500 millones a la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una organización que distribuye ayuda en la región devastada por la guerra, según revelaron dos fuentes informadas y dos exfuncionarios estadounidenses. Esta decisión implicaría un mayor compromiso de Estados Unidos en un esfuerzo humanitario marcado por controversias, violencia y desorden en los puntos de distribución.
Dos fuentes anónimas y exfuncionarios, debido a la sensibilidad del tema, indicaron que los fondos procederían de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), ahora integrada al Departamento de Estado. Sin embargo, el plan enfrenta oposición de algunos funcionarios estadounidenses, preocupados por los tiroteos mortales cerca de los centros de distribución y la cuestionada gestión de la GHF.
La Fundación Humanitaria de Gaza, criticada por la ONU y otras organizaciones por su presunta falta de neutralidad, inició la distribución de ayuda la semana pasada. Este esfuerzo responde a la crisis de hambruna que amenaza a los 2,3 millones de habitantes de Gaza, tras un bloqueo israelí de 11 semanas, levantado parcialmente el 19 de mayo para permitir entregas limitadas. No obstante, la GHF ha enfrentado dificultades: renuncias de personal clave y pausas en la distribución debido a multitudes desbordadas en sus centros.
Ni el Departamento de Estado ni la GHF respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios. Reuters no logró confirmar las fuentes actuales de financiación de la GHF, que emplea empresas privadas de seguridad y logística estadounidenses para operar en Gaza. El jueves, Reuters informó que McNally Capital, una firma de Chicago, mantiene un “interés económico” en el contratista que gestiona la logística y seguridad de los centros de distribución de la GHF.
El miércoles, la emisora Kan señaló que el gobierno israelí transfirió cientos de millones de shekels para financiar este mecanismo humanitario, contradiciendo declaraciones oficiales que negaban su participación. Aunque Israel y la administración del presidente Donald Trump aseguran no financiar la GHF, ambos han instado a la ONU y a grupos humanitarios a colaborar con la fundación.
Estados Unidos e Israel sostienen que la ayuda gestionada por la red de la ONU se desvió hacia Hamás, acusación que el grupo, responsable del ataque terrorista de octubre de 2023 que desató la guerra, rechaza. Mientras tanto, USAID enfrenta un desmantelamiento: el 80% de sus programas fueron cancelados y su personal está en riesgo de despido, como parte de la política de “Estados Unidos primero” de Trump.
Ken Jackson, administrador adjunto interino de USAID, defiende la propuesta de los $500 millones para la GHF, según una fuente y un exfuncionario. Israel habría solicitado estos fondos para sostener las operaciones de la fundación durante 180 días. El gobierno israelí no respondió a solicitudes de comentarios.
Funcionarios estadounidenses expresaron preocupación por el hacinamiento y la violencia en los centros de distribución de la GHF. Abogan por involucrar a ONG con experiencia en operaciones humanitarias, una idea que Israel probablemente rechazaría. Desde su inicio, la GHF abrió tres centros, pero dos cerraron temporalmente para reorganizar la logística y permitir a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) preparar rutas de acceso más seguras.
El 26 de mayo, palestinos recogieron ayuda en un centro de la GHF. Un portavoz de la fundación explicó que los cierres buscaban gestionar multitudes y mejorar la seguridad tras incidentes mortales. Testigos acusaron a soldados israelíes de los asesinatos, mientras las FDI afirmaron que realizaron disparos de advertencia y, el martes, que dispararon contra sospechosos que avanzaban hacia sus posiciones.
El domingo, un tiroteo cerca de un centro de distribución en Rafah dejó 31 muertos y casi 200 heridos, según autoridades sanitarias controladas por Hamás, cifras que las FDI negaron en gran parte. Incidentes similares el lunes y martes dejaron tres y 27 muertos, respectivamente, según Hamás, aunque estas cifras no han sido verificadas.