Un destacado senador y precandidato presidencial colombiano, Miguel Uribe, permanece en estado crítico tras recibir tres disparos durante un acto de campaña en Bogotá el sábado, según informaron las autoridades.
En un parque del barrio Fontibón, mientras Uribe, de 39 años, pronunciaba un discurso ante sus seguidores, un atacante armado lo hirió con dos disparos en la cabeza y uno en la rodilla. Las autoridades detuvieron al presunto responsable, un menor de 15 años, en el lugar de los hechos.
Videos difundidos en redes sociales captaron el momento del ataque, mostrando a Uribe desplomado contra un vehículo blanco, cubierto de sangre, mientras varias personas intentaban asistirlo para controlar la hemorragia.
Un guardia de seguridad neutralizó al joven atacante, quien resultó herido en la pierna durante el enfrentamiento y recibe atención médica, según confirmó el director de la Policía Nacional, general Carlos Triana.
Además de Uribe, dos personas más, un hombre y una mujer, sufrieron heridas en el incidente. Las autoridades incautaron una pistola tipo Glock en la escena.
La Clínica Santa Fe de Bogotá, donde Uribe fue trasladado de urgencia, informó que el senador se encuentra en “estado crítico” y sometido a procedimientos neuroquirúrgicos y vasculares periféricos. María Claudia Tarazona, esposa del político, publicó en la cuenta de X de su esposo: “Miguel está luchando por su vida en este momento. Pidamos a Dios que guíe las manos de los médicos que lo atienden”.
Cientos de ciudadanos, visiblemente conmovidos, se congregaron frente al hospital con velas y crucifijos para rezar por la recuperación de Uribe. “Colombia sufre, nuestro corazón está destrozado”, expresó Carolina Gómez, una empresaria de 41 años, a la AFP mientras participaba en la vigilia.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció que el gobierno ofrece una recompensa de aproximadamente 725.000 dólares por información que permita identificar a los responsables del ataque. Sánchez aseguró que el ejército, la policía y los servicios de inteligencia trabajan con todas sus capacidades para esclarecer los hechos.
Aún se desconoce el motivo del atentado. Las autoridades confirmaron que Uribe, quien cuenta con protección personal debido a su prominencia política, no había recibido amenazas específicas previas al incidente.
El ataque desató una ola de condenas tanto en Colombia como en el exterior. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, calificó el hecho como “una amenaza directa a la democracia” y señaló que el atentado es consecuencia de “la violenta retórica izquierdista proveniente de los niveles más altos del gobierno colombiano”. Rubio instó al presidente Gustavo Petro a “reducir la retórica incendiaria y proteger a los funcionarios colombianos”.
Por su parte, Petro rechazó el ataque de manera contundente. “Este acto de violencia es un atentado contra la integridad del senador y también contra la democracia, la libertad de pensamiento y el ejercicio legítimo de la política en Colombia”, afirmó la presidencia en un comunicado. Petro, quien canceló un viaje previsto a Francia debido a la gravedad de los hechos, expresó su solidaridad con la familia de Uribe y prometió una investigación exhaustiva para identificar a los autores intelectuales del ataque.
Uribe, miembro del partido Centro Democrático, fundado por el expresidente Álvaro Uribe (con quien no tiene parentesco), es un firme crítico del gobierno de Petro. En octubre de 2024, anunció su intención de competir en las elecciones presidenciales de 2026. El partido calificó el atentado como un acto “inaceptable” que amenaza la democracia y la libertad en Colombia.
El senador, hijo de la reconocida periodista Diana Turbay, asesinada en 1991 tras ser secuestrada por el Cartel de Medellín de Pablo Escobar, proviene de una familia con una larga tradición política. Su abuelo, Julio César Turbay, fue presidente de Colombia entre 1978 y 1982. Uribe, senador desde 2022, ocupó previamente cargos como secretario de gobierno y concejal en Bogotá, y se postuló sin éxito a la alcaldía de la capital en 2019.
El líder del Centro Democrático, Álvaro Uribe, describió el ataque como un golpe contra “una esperanza para el país, un gran esposo, padre, hijo, hermano y colega”. La violencia política, que rememora los oscuros años de asesinatos de candidatos en las décadas de 1980 y 1990, sacude nuevamente a Colombia, un país marcado por conflictos con grupos guerrilleros y carteles de narcotráfico.