Diversos grupos terroristas, encabezados por Hamás, emitieron un mensaje intimidatorio dirigido a los habitantes de la Franja de Gaza. En él, exhortaron a la población a rechazar lo que calificaron como “engaños de la ocupación” y a no involucrarse en iniciativas que consideraron “proyectos hostiles”. Advirtieron que cualquier cooperación con estas actividades desencadenará represalias severas.
En un pronunciamiento oficial, las organizaciones señalaron que los centros de distribución de ayuda humanitaria, gestionados por Estados Unidos, representan “trampas mortales”. Según su narrativa, estos sitios atraen a civiles desesperados por alimentos para luego perpetrar lo que describieron como “masacres” cotidianas contra ellos.
El comunicado también acusó a dichos centros de buscar la disolución de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. Los grupos afirmaron que el propósito subyacente es transformar la causa palestina de un conflicto político en un asunto meramente humanitario. Alegaron que esta estrategia forma parte de un plan más amplio para promover el desplazamiento forzado y la limpieza étnica en Gaza, vinculando estas acciones a políticas impulsadas por el presidente Donald Trump.
Durante las últimas 24 horas, milicianos vinculados a Hamás intensificaron sus amenazas contra los trabajadores humanitarios que reparten asistencia en la región. Estas advertencias han generado una creciente inquietud por la seguridad del personal de socorro que opera en Gaza, complicando aún más la distribución de recursos esenciales para la población.