Irán considera buscar armas nucleares o abandonar el Tratado de No Proliferación si Israel ataca sus instalaciones nucleares, según el jefe del OIEA.
Programa nuclear iraní enfrenta riesgos de escalada
Irán posee un programa nuclear avanzado con capacidad para producir varias bombas atómicas, según datos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA). El país ha enriquecido uranio a niveles cercanos al necesario para armamento nuclear, y ha alcanzado un 60% de pureza en sus reservas, lo que lo sitúa a pocos pasos técnicos de lograr material fisible para armas. Este nivel de enriquecimiento, reportado por el OIEA en 2023, supera con creces el 3.67% permitido bajo el acuerdo nuclear de 2015, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA). Desde la retirada de Estados Unidos del JCPOA en 2018, Teherán ha incrementado sus actividades nucleares, incluyendo el uso de centrifugas avanzadas como las IR-6, capaces de enriquecer uranio a mayor velocidad.
Las instalaciones nucleares iraníes, como Natanz y Fordo, están diseñadas con medidas de protección avanzadas. Natanz, ubicado en la provincia de Isfahán, alberga miles de centrifugas y ha sido objeto de ataques previos, además de un sabotaje atribuido a Israel en 2021 que dañó significativamente su infraestructura. Fordo, construido bajo una montaña, es particularmente resistente a ataques aéreos debido a su ubicación subterránea. El OIEA ha confirmado que Irán ha expandido sus actividades en Fordo, donde ha instalado nuevas centrifugas en 2024, lo que incrementa su capacidad de enriquecimiento.
Un posible ataque israelí contra estas instalaciones enfrentaría desafíos significativos. En 2023, la OIEA reportó que Irán mantiene un inventario de aproximadamente 4,000 kilogramos de uranio enriquecido, de los cuales 120 kilogramos están al 60%. Este volumen podría, en teoría, producir material suficiente para al menos tres dispositivos nucleares en un corto plazo, según estimaciones de expertos del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS). La profundidad y dispersión de las instalaciones iraníes requerirían una operación militar de gran escala para causar un daño significativo.
Datos clave sobre el programa nuclear de Irán
- Capacidad de enriquecimiento: Irán posee 4,000 kg de uranio enriquecido, con 120 kg al 60% de pureza, según el OIEA (2023).
- Instalaciones principales: Natanz y Fordo, esta última protegida bajo una montaña, dificultan ataques convencionales.
- Centrifugas avanzadas: Uso de modelos IR-6, que enriquecen uranio hasta cinco veces más rápido que las IR-1.
- Supervisión internacional: el OIEA realiza inspecciones, pero Irán ha restringido el acceso a sitios clave desde 2021.
- Historial de ataques: Natanz sufrió sabotajes en 2020 y 2021, atribuidos a Israel, afectando su capacidad temporalmente.
Negociaciones nucleares y tensiones regionales
Las conversaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos, mediadas por la Unión Europea, buscan restablecer el JCPOA o un acuerdo similar. En 2024, las negociaciones alcanzaron un punto crítico, mientras Washington espera una contrapropuesta de Teherán. Los avances han sido limitados desde que Irán redujo la cooperación con la OIEA en 2021, además, apagó las cámaras de vigilancia en sitios nucleares. La agencia ha reportado que la falta de acceso dificulta la verificación del uso pacífico del programa nuclear iraní.
La OIEA ha incrementado sus esfuerzos para monitorear las actividades nucleares de Irán. En 2024, la agencia instaló nuevos equipos de inspección en Natanz, aunque Teherán ha restringido el acceso a otras instalaciones. Los informes del OIEA indican que Irán ha aumentado la producción de uranio enriquecido en un 30% desde 2022, lo que eleva las preocupaciones sobre sus intenciones. La comunidad internacional, liderada por el Consejo de Seguridad de la ONU, ha reiterado la necesidad de evitar que Irán desarrolle armas nucleares, debido al riesgo de una carrera armamentística en la región.
Las tensiones entre Israel e Irán han escalado en los últimos años. En 2022, Israel llevó a cabo ejercicios militares que simulan ataques contra instalaciones nucleares iraníes, según reportes del Instituto para Estudios de Seguridad Nacional (INSS). Estos ejercicios incluyeron bombardeos de precisión y operaciones de inteligencia. Por su parte, Irán ha fortalecido sus defensas antiaéreas alrededor de Natanz y Fordo, donde ha desplegado sistemas S-300 adquiridos de Rusia en 2016. La combinación de estas medidas defensivas y la dispersión geográfica de los sitios nucleares complica cualquier operación militar.