Cuatro diplomáticos revelaron el miércoles que Francia considera reconocer un Estado palestino, y la posible asistencia del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman a una conferencia de la ONU la próxima semana, enfocada en promover una solución de dos Estados, determinará si París avanza con esta decisión crucial.
Arabia Saudita, copatrocinadora del evento junto con Francia, aún no confirma la presencia de bin Salman junto al presidente Emmanuel Macron. Dos diplomáticos árabes y dos occidentales indicaron que el príncipe, conocido como MBS, probablemente no acudirá a menos que la conferencia garantice un logro significativo para la solución de dos Estados.
El reconocimiento de Palestina por parte de Francia, como el país occidental más destacado en dar este paso, sería suficiente para motivar la asistencia de MBS a Nueva York, según los diplomáticos. “Asistirá si Francia decide reconocer a Palestina”, afirmó uno de los diplomáticos árabes.
Emmanuel Macron ha manifestado públicamente su intención de hacer este anuncio, pero enfrenta oposición de la administración Trump, que rechaza el reconocimiento unilateral de Palestina por considerar que obstaculiza los esfuerzos de Washington para negociar un acuerdo de rehenes en Gaza. Este argumento también lo empleó la administración Biden el año pasado.
Israel podría responder con medidas drásticas, como colapsar la Autoridad Palestina o anexar formalmente partes de Judea y Samaria, lo que genera preocupación. Algunos críticos advierten que el reconocimiento unilateral sería simbólico, como otros casos previos, si no se acompaña de una iniciativa diplomática que cuente con la cooperación de Israel.
Israel sostiene que reconocer un Estado palestino unilateralmente equivale a “recompensar” a Hamás por su ataque del 7 de octubre de 2023, que desencadenó la guerra en Gaza. En contraste, los defensores argumentan que el reconocimiento conjunto de Israel y Palestina fortalece la solución de dos Estados, a la que Hamás se opone, y que mantener el statu quo facilitó las condiciones para el ataque de octubre.
Un diplomático occidental destacó que una carta enviada esta semana por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, refuerza las probabilidades de que Francia reconozca a Palestina. En la misiva, Abbas respalda posiciones alineadas con Francia y Arabia Saudita: la Autoridad Palestina asumiría el gobierno de Gaza, exige que Hamás deponga las armas, invita a fuerzas árabes e internacionales a estabilizar la seguridad en la Franja, promete reformas internas con elecciones en un año y apoya un acuerdo de paz con Israel para un Estado palestino desmilitarizado.
Aunque Abbas no ha confirmado su asistencia, una fuente cercana indicó que planea acudir y pronunciar un discurso basado en su carta. Un diplomático árabe reveló que MBS instruyó a sus asesores prepararse para su posible participación en la conferencia, sin una decisión definitiva.
La presencia de MBS y el reconocimiento francés podrían atraer a más líderes mundiales al evento. Un diplomático árabe expresó su deseo de que el primer ministro británico, Keir Starmer, asista. “A Francia le gustaría que el Reino Unido se uniera al reconocimiento de un Estado palestino”, señaló otro diplomático occidental.
Starmer estará en Canadá para la cumbre del G7, que concluye el martes, coincidiendo con el inicio de la conferencia de la ONU de cuatro días. Bin Salman también está invitado al G7, lo que facilitaría su traslado a Nueva York.
Francia no se sumó a las sanciones impuestas el martes por Londres, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Noruega contra los ministros israelíes Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich. En respuesta, Smotrich ordenó suspender la indemnización a bancos israelíes que operan con bancos palestinos, una medida que podría paralizar la economía palestina.
Una fuente cercana a las deliberaciones francesas argumentó que, si Israel actúa para debilitar a la Autoridad Palestina antes de una decisión de París, hay menos razones para postergar el reconocimiento de Palestina. La embajada saudí en Washington y la misión británica ante la ONU no respondieron a solicitudes de comentarios.