Israel destruye más de 200 lanzadores de misiles balísticos iraníes, lo que limita los ataques de Irán a 20 misiles el martes, según las FDI.
Operación León Naciente: Israel contra misiles balísticos iraníes
La campaña militar de Israel contra el arsenal de misiles balísticos de Irán muestra resultados significativos en su quinto día. El martes 17 de junio de 2025, Irán lanzó solo 20 misiles balísticos hacia Israel, una reducción drástica frente a los 370 misiles disparados en los primeros cuatro días de la guerra, iniciada el 13 de junio. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que los ataques aéreos han destruido más de 200 lanzadores de misiles balísticos, lo que afecta una porción considerable del arsenal iraní. Esta operación, bautizada como Operación León Naciente, busca neutralizar la capacidad militar de Irán y prevenir el desarrollo de armas nucleares.
La guerra comenzó con una serie de ataques aéreos israelíes el 13 de junio, dirigidos contra instalaciones de producción de misiles, sitios de lanzamiento y almacenes subterráneos en Irán. En respuesta, Irán disparó más de 370 misiles balísticos hacia Israel entre el 13 y el 16 de junio, con aproximadamente 30 proyectiles que superaron las defensas antiaéreas israelíes, lo que causó 24 muertes y casi 600 heridos. La Fuerza Aérea Israelí (IAF) ha mantenido la superioridad aérea, lo que permite ataques precisos contra objetivos estratégicos iraníes, incluidos 12 sitios de lanzamiento de misiles y almacenes el martes.
El 15 y 16 de junio, Irán redujo sus lanzamientos a 65 misiles por noche, una disminución atribuida a los ataques israelíes que han forzado a Irán a replegar sus lanzadores hacia el interior, especialmente a la región de Isfahán. La IAF empleó 50 aviones en misiones nocturnas, con lo que destruyó 20 misiles balísticos antes de su lanzamiento en la noche del 15 al 16 de junio. Estos esfuerzos han limitado la capacidad de Irán para ejecutar ataques masivos, que previamente buscaban saturar las defensas antimisiles de Israel.
Los ataques israelíes también han afectado la infraestructura de defensa antiaérea iraní. La IAF destruyó más de 70 baterías de misiles antiaéreos y radares en el oeste de Irán, incluido un lanzador HAWK/Mersad. Esto ha permitido a Israel operar con mayor libertad en el espacio aéreo iraní, lo que facilita ataques contra objetivos endurecidos, como cuevas de misiles, con el uso de bombas guiadas BLU-109 de 2,000 libras. La degradación de las defensas antiaéreas iraníes ha incrementado el tiempo de patrullaje de los aviones israelíes.
Datos clave sobre la Operación León Naciente
- Inicio de la guerra: 13 de junio de 2025, con ataques israelíes contra instalaciones militares iraníes.
- Misiles iraníes lanzados: Más de 370 misiles balísticos entre el 13 y 16 de junio, con 20 el 17 de junio.
- Lanzadores destruidos: Más de 200 lanzadores balísticos iraníes neutralizados por Israel.
- Defensas antiaéreas iraníes: Más de 70 baterías de misiles antiaéreos y radares destruidos.
- Impactos en Israel: 30 misiles iraníes penetraron defensas, lo que causó 24 muertos y 600 heridos.
Impacto en la infraestructura nuclear y militar de Irán
Los ataques israelíes han alcanzado instalaciones clave de Irán, incluido el complejo de enriquecimiento de uranio en Natanz. El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó impactos directos en salas subterráneas de Natanz mediante imágenes satelitales, aunque no reportó cambios en los sitios de Isfahán y Fordow. Un ataque el 13 de junio pudo haber dañado hasta 14,000 centrifugadoras en Natanz debido a una pérdida de energía, aunque expertos nucleares cuestionan reportes de implosiones subterráneas. Los niveles de radiación fuera de Natanz permanecen normales, pero existe preocupación por posible contaminación radiológica o química.
El 17 de junio, un ataque aéreo israelí en Isfahán generó explosiones y columnas de humo, según videos en línea. Irán ha intentado contrarrestar los ataques con defensas antiaéreas activas, pero su capacidad para proteger su espacio aéreo se ha debilitado. Además, un ciberataque atribuido al grupo pro-israelí Predatory Sparrow interrumpió operaciones del Banco Sepah iraní, lo que marca el primer ataque cibernético significativo contra infraestructura crítica en este conflicto.
La Mossad israelí desempeñó un papel crucial en los preparativos de la Operación León Naciente. Antes del 13 de junio, infiltró drones y sistemas de ataque en Irán, utilizados para neutralizar defensas antiaéreas y lanzadores de misiles. Estas operaciones encubiertas permitieron a Israel ejecutar ataques iniciales con alta precisión, con lo que destruyó objetivos estratégicos como el cuartel general de la Fuerza Aérea del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI).
En el frente iraní, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) afirmó que una andanada de misiles destruyó un centro de inteligencia israelí en Herzliya, aunque las autoridades israelíes no han confirmado este ataque. Videos en línea sugieren impactos en el centro de Israel, con daños a propiedades reportados por la Policía de Israel. La efectividad de las defensas antiaéreas israelíes, incluido el sistema Cúpula de Hierro, ha interceptado la mayoría de los misiles iraníes, aunque entre el 5% y 10% de los proyectiles han impactado, lo que causó daños significativos en Tel Aviv, Haifa y Rehovot.
Escalada regional y movimientos militares
La guerra ha generado tensiones regionales, con la participación de actores externos. Los Hutíes de Yemen, aliados de Irán, lanzaron misiles balísticos contra Jaffa el 16 de junio, lo que marca la primera intervención de un grupo respaldado por Irán en la guerra. El misil hutí no alcanzó territorio israelí, posiblemente derribado por defensas antiaéreas. Por su parte, Hezbolá en Líbano anunció que no participará en ataques contra Israel.
Estados Unidos ha reforzado su presencia militar en la región, con el despliegue de cazas adicionales y más de 24 aviones cisterna KC-135R y KC-46A. La Armada de EE. UU. ha reposicionado buques en el Golfo Pérsico, con varios que abandonaron el puerto de Salman en Bahréin ante posibles represalias iraníes. La Embajada de EE. UU. en Jerusalén permanecerá cerrada hasta el viernes 20 de junio por motivos de seguridad, y los servicios consulares en Tel Aviv están suspendidos.
Un incidente marítimo en el estrecho de Ormuz generó especulaciones sobre un ataque iraní, pero se confirmó como una colisión entre los petroleros Front Eagle y Adalynn frente a los Emiratos Árabes Unidos, causada por un error de navegación.
La campaña israelí ha reducido la capacidad de Irán para lanzar ataques masivos, pero las FDI advierten que Irán conserva suficientes misiles para causar daños significativos. La guerra de desgaste continúa, con Israel que busca agotar el arsenal balístico iraní mientras enfrenta la posibilidad de nuevos ataques desde Irán o sus aliados. La superioridad aérea y las operaciones cibernéticas han dado a Israel una ventaja táctica, pero la guerra permanece volátil, con implicaciones para la estabilidad del Medio Oriente.