Israel Katz plantea reubicar a gazatíes en una ciudad humanitaria en el sur de Gaza, con revisiones de seguridad y planes de emigración previamente aprobados.
Katz presenta plan de ciudad humanitaria en Gaza
El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Israel Katz, anunció el lunes un plan para establecer una “ciudad humanitaria” en el sur de la Franja de Gaza, específicamente entre Al-Mawasi y Rafah. La propuesta contempla el traslado inicial de 600.000 personas, principalmente desplazadas, seguido por el resto de los dos millones de habitantes. Los civiles serían sometidos a controles de seguridad para detectar armas o vínculos con Hamás antes del ingreso.
Una vez dentro, los residentes no podrían salir salvo que acepten un “plan de emigración” previamente aprobado, según Katz, aliado del primer ministro Benjamin Netanyahu. El plan se vincula con la estrategia militar de Israel contra Hamás, organización clasificada como terrorista por Israel, Estados Unidos y la Unión Europea. Katz indicó que la ciudad estaría bajo administración de entidades internacionales, sin especificar cuáles.
El plan ha sido objeto de críticas. El abogado israelí de derechos humanos Michael Sfard lo describió como una violación grave del derecho internacional, al considerar que busca desplazar de manera forzosa a la población gazatí hacia el sur para permitir su posterior expulsión. Organizaciones de derechos humanos sostienen que las condiciones en Gaza, caracterizadas por la escasez de alimentos y refugios, inducirían una emigración que aparentaría ser voluntaria, aunque carecería de libertad de decisión real.
Netanyahu expresó su apoyo a la iniciativa. Durante su visita a Washington en julio de 2025, mencionó la propuesta del presidente estadounidense Donald Trump, quien en febrero planteó transformar Gaza en un centro turístico regional. Netanyahu afirmó que Israel mantiene conversaciones con terceros países para aceptar civiles gazatíes, aunque no proporcionó detalles.
Detalles clave del plan de Katz
- Traslado inicial de 600.000 desplazados a Al-Mawasi y Rafah.
- Aplicación de controles de seguridad obligatorios para identificar vínculos con Hamás.
- Restricción de salida sin la aceptación previa de un plan de emigración.
- Gestión a cargo de organizaciones internacionales no especificadas.
Contexto de la propuesta y reacciones internacionales
La propuesta de Katz se presenta en medio de negociaciones por un alto el fuego con Hamás, llevado a cabo en Qatar, que incluyen condiciones para la liberación de rehenes. Un funcionario vinculado a las conversaciones indicó que persisten diferencias menores entre las partes, aunque Hamás podría rechazar el plan debido a su dependencia de la presencia civil para operar. La propuesta también interrumpiría la asistencia humanitaria, lo que afectaría la capacidad operativa del grupo.
El plan guarda similitud con intentos anteriores, como la distribución de ayuda por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos. Testigos relatan que los civiles recorren largas distancias por zonas destruidas para acceder a los puntos de distribución en Rafah, ubicados tras cercas y barreras. Se han registrado hechos violentos con numerosas muertes, acompañadas de acusaciones entre las partes: los palestinos responsabilizan a las tropas israelíes, mientras que las Fuerzas de Defensa de Israel atribuyen los ataques a Hamás.
Analistas indican que el plan implicaría una presencia militar considerable. El general Eyal Zamir, jefe del Estado Mayor, comunicó al gabinete de seguridad que las FDI enfrentan limitaciones para avanzar sin poner en riesgo la vida de los 20 rehenes que se cree siguen con vida. Proteger la ciudad humanitaria requeriría al menos tres brigadas, lo que incrementaría la posibilidad de enfrentamientos armados.
Reuters señaló que se presentó a la Casa Blanca un proyecto valorado en $2.000 millones para crear “zonas de tránsito humanitario” dentro y fuera de Gaza, aunque la GHF negó su participación. La propuesta recibió apoyo de figuras como Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir, quienes respaldan la transferencia de población y tienen capacidad para afectar la estabilidad de la coalición de Netanyahu.