El 25 de junio de 2025, la OCCAR formalizó la Enmienda n.º 7 al contrato U212 NFS, firmada por Decio Trinca, director del programa, y Dario Oliveri, vicepresidente de Fincantieri. El acuerdo contempla la modernización de la flota submarina italiana mediante actualizaciones técnicas y estudios orientados al desarrollo de un submarino destinado a operaciones especiales. La inversión incrementa las capacidades navales de Italia en un contexto estratégico de alta prioridad.
La OCCAR informó sobre la firma de la Enmienda n.º 7 al contrato U212 NFS el 25 de junio de 2025, suscrita por Decio Trinca y Dario Oliveri. La medida incorpora mejoras en los sistemas de periscopio, con nuevas ópticas y sensores diseñados para incrementar la precisión en la detección del entorno. También incluye un estudio de viabilidad que permitirá evaluar un diseño específico para un submarino orientado a misiones especiales con tecnologías en fase experimental.
El programa U212 NFS, previsto como sustituto de los submarinos clase Sauro, integra baterías de iones de litio instaladas en la cuarta unidad, conforme al contrato firmado en 2024 por un valor de 500 millones de euros. Esta solución técnica reduce la firma acústica y amplía el tiempo de inmersión. Ajustes menores en la ingeniería del sistema permiten una mejor integración de los equipos embarcados, lo que proporciona a la Armada italiana un margen operativo más eficaz en sus misiones.
La enmienda incrementa la capacidad de Italia para cumplir sus compromisos dentro de la OTAN y en el teatro mediterráneo. Al renovar sus medios navales, el país asegura la protección de rutas marítimas, infraestructuras energéticas críticas y la capacidad de respuesta ante contingencias regionales. El desarrollo de una variante para operaciones especiales podría permitir misiones de infiltración o vigilancia en colaboración con fuerzas aliadas, en escenarios donde se requiere discreción y capacidad técnica avanzada.
La firma de la Enmienda n.º 7 y el avance en la construcción del cuarto submarino reflejan la voluntad del gobierno italiano de mantener una capacidad de disuasión submarina funcional y actualizada. Con sensores de nueva generación y sistemas de almacenamiento energético mejorados, la Armada italiana opera con mayor autonomía táctica en un entorno de seguridad marítima complejo, mientras contribuye a los sistemas de defensa conjuntos de Europa.