El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, solicitó al Consejo de Seguridad una investigación de seguridad sobre el personal de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), a la que acusó de actuar con parcialidad contra Israel. Según sus declaraciones, varios empleados de esa entidad habrían mostrado vínculos con la organización terrorista Hamás.
Danon declaró que Israel dispone de “pruebas claras de afiliaciones de Hamás dentro de las filas de OCHA” y anunció que no se renovarán los permisos de trabajo a ciertos “empleados clave”. Además, informó que las visas del personal internacional se limitarán a un mes, como medida preventiva.
Durante su intervención, Danon afirmó: “La OCHA ha dejado de ser un organismo humanitario hace mucho tiempo. Es un brazo de propaganda de Hamás que opera desde dentro de las instituciones de la ONU y utiliza datos falsos y un discurso incendiario para dañar a Israel”. Atribuyó a esa oficina una pérdida de neutralidad y una acción sistemática contra los intereses del Estado israelí.
El embajador también responsabilizó al jefe humanitario de la ONU, Tom Fletcher, por incumplir “su sagrada responsabilidad de actuar sin prejuicios”, al tiempo que exigió una retractación pública por sus recientes declaraciones, en las que acusó a Israel de “cometer genocidio en Gaza”.
Asimismo, Danon anunció que Jonathan Whittall, responsable de OCHA en los territorios palestinos, deberá abandonar el país antes del 29 de julio, decisión que Israel comunicó oficialmente el domingo. Según el embajador, esta medida se adoptó por considerar que Whittall actúa con parcialidad manifiesta en sus funciones.
En respuesta, la portavoz de OCHA, Eri Kaneko, advirtió: “Cualquier reducción de nuestro propio personal sofocará nuestros esfuerzos ya reducidos para llegar a los civiles de Gaza que necesitan urgentemente ayuda humanitaria para salvar vidas”.