El 19 de julio de 2025, Estados Unidos y Australia llevaron a cabo una operación anfibia conjunta durante el ejercicio Talisman Sabre 2025 en el puerto de Townsville, Queensland. Tropas del 2º Regimiento de Caballería del Ejército australiano, en coordinación con personal naval estadounidense y contratistas de defensa locales, cargaron tanques M1A2 SEPv3 Abrams en un buque utilitario estadounidense de lanchas de desembarco navales como parte de una maniobra logística multinacional.
Esa acción conjunta evidenció la capacidad de ambas naciones para ejecutar despliegues desde puerto a costa con vehículos blindados de gran tonelaje. El M1A2 SEPv3, versión más reciente del Abrams, supera las 70 toneladas y requiere una planificación precisa para su embarque. Personal de tanques, operadores de grúa y técnicos de cubierta ejecutaron sus funciones con precisión coordinada, lo cual permitió completar la operación sin contratiempos logísticos relevantes.
Para Australia, el ejercicio validó su capacidad logística e interoperabilidad en el marco de AUKUS, mientras que Estados Unidos probó en condiciones reales sus procedimientos de carga conjunta entre Ejército y Marina bajo mando multinacional. El uso de lanchas clase Runnymede, capaces de transportar varios tanques en una sola operación, destacó la utilidad táctica de estas plataformas dentro del esquema de movilidad logística en el Indo-Pacífico.
La inserción de tanques M1A2 en operaciones marítimas amplía la capacidad de las fuerzas aliadas para responder en escenarios que requieren acceso a zonas costeras hostiles. Estos blindados permiten establecer zonas seguras iniciales mediante fuego directo y protección blindada, lo que facilita el avance de unidades posteriores en operaciones ofensivas o defensivas dentro de teatros litorales con densidad urbana o geografía compleja.
Las implicancias estratégicas de esta operación se enmarcan en el entorno regional caracterizado por tensiones crecientes con la República Popular China. La capacidad demostrada por Estados Unidos y sus aliados para desplegar blindaje pesado por medio de transporte anfibio refleja su disposición y medios para enfrentar contingencias previstas en puntos críticos como el estrecho de Taiwán o el mar de China Meridional.
Talisman Sabre incluye fases estructuradas para entrenar a las fuerzas en escenarios de combate de alta intensidad y dominio múltiple. Las operaciones contemplan desembarcos disputados, traslado de equipos bajo amenaza y defensa territorial por medio de coaliciones. La presencia de tanques como el M1A2 permite simular escenarios que implican recuperación o control de territorios por medio de fuerzas terrestres mecanizadas.
Durante el evento, que involucró a más de 35.000 soldados de 19 países, la fase anfibia en Townsville actuó como modelo operativo para misiones conjuntas. La combinación de equipos mecanizados, unidades navales y recursos logísticos generó datos relevantes para el diseño de futuras respuestas regionales. Las acciones ejecutadas ofrecieron una referencia concreta sobre la capacidad aliada para llevar a cabo una reacción rápida y eficaz en el área del Indo-Pacífico.