B’Tselem y Médicos por los Derechos Humanos difundieron nuevos informes en los que acusaron a Israel de cometer genocidio en la Franja de Gaza. Se trata de las primeras organizaciones israelíes de derechos humanos que emitieron públicamente esta acusación. Ambas entidades presentaron análisis independientes en los que atribuyen a Israel acciones sistemáticas dirigidas a eliminar la estructura social y la capacidad de supervivencia de la población gazatí.
Según el comunicado publicado junto al informe de B’Tselem, “un análisis de la política israelí en la Franja de Gaza y sus terribles consecuencias, junto con las declaraciones de altos cargos políticos y comandantes militares israelíes sobre los objetivos del ataque, lleva a la conclusión inequívoca de que Israel está tomando medidas coordinadas y deliberadas para destruir la sociedad palestina en la Franja de Gaza”. El texto concluye: “Israel está cometiendo genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza”.
Por su parte, Médicos por los Derechos Humanos indicó que su investigación documentó “un desmantelamiento deliberado y acumulativo del sistema de salud de Gaza y, con él, de la capacidad de supervivencia de su población. Esto constituye genocidio”. Durante una conferencia de prensa realizada en el Este de Jerusalén, Orly Noy, presidenta de la junta directiva de B’Tselem, expresó: “Este crimen debe detenerse de inmediato. La responsabilidad recae principalmente en Israel, pero también en la comunidad internacional, que debe utilizar todos los medios para detener los crímenes que aún se cometen a tan solo 70 kilómetros (43,5 millas) de aquí”.
Yuli Novak, director ejecutivo de B’Tselem, declaró: “La definición de genocidio es un ataque coordinado con la intención de destruir a un grupo. Durante los últimos 22 meses, hemos presenciado una destrucción sin precedentes de civiles, hambruna deliberada y desplazamientos forzados masivos. Los residentes de Gaza son desplazados, bombardeados y sufren hambre, despojados por completo de su humanidad y sus derechos”.
Hasta el momento, el Estado de Israel no ha emitido una respuesta oficial a los informes. Sin embargo, las autoridades israelíes han rechazado de forma reiterada las acusaciones de genocidio. Han señalado que aplican medidas para reducir el daño a la población civil y han acusado a Hamás de operar desde infraestructuras civiles, como escuelas y hospitales.
El primer ministro Benjamin Netanyahu también negó las acusaciones sobre una política deliberada destinada a matar de hambre a la población civil en Gaza.