El jefe de la Dirección de Personal de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), general de división Dado Bar Kalifa, visitó a los familiares de Roi Wasserstein, reservista que se suicidó la semana pasada, y les comunicó su intención de impulsar el reconocimiento oficial de Wasserstein como soldado caído, según informó la Radio del Ejército.
Durante la reunión, Bar Kalifa explicó que se está avanzando en la creación de un comité especial encargado de revisar el estatus de los soldados licenciados y reservistas que mueren por suicidio como consecuencia del impacto psicológico del servicio militar. Este comité se estableció en coordinación con el ministro de Defensa, Israel Katz, y el jefe del Estado Mayor, teniente general Eyal Zamir.
Tras la muerte de Wasserstein, la familia recibió por vías no oficiales la información de que no sería reconocido como baja militar, debido a que su servicio concluyó dos meses antes del suicidio, por lo que se programó su entierro mediante un acto civil. Esta decisión generó reacciones públicas y motivó nuevas exigencias para que las FDI modifiquen su tratamiento institucional del trauma posterior al servicio.
Ante estas reacciones, Zamir ordenó que el Ejército analizara posibles modificaciones legislativas que permitan reconocer como soldados caídos a los reservistas que mueren fuera del servicio activo, siempre que se determine una relación directa entre su Muerte y las secuelas del servicio militar.