En la calle Azza, próxima a la residencia del primer ministro, activistas y familiares de rehenes participaron en una concentración junto al grupo de protesta Shift 101, con el objetivo de exigir el regreso de los secuestrados. La manifestación se desarrolló en silencio, sin consignas ni discursos amplificados, como forma de expresar su demanda sin interrupciones externas.
Ruhama Bokhbot, madre de Elkana Bokhbot, uno de los rehenes en Gaza, tomó la palabra durante el encuentro. “Estamos atrapados con un grito que quiere salir, que amenaza con emerger”, declaró. “Queremos gritar, gritar sobre la amenaza a Evyatar o Rom, a todos los rehenes, pero en lugar de eso venimos aquí y nos sentamos en silencio y detenemos todo”.
Sus declaraciones aludieron a dos grabaciones divulgadas recientemente, en las que se observó a los rehenes Rom Braslavski y Evyatar David con signos visibles de desnutrición. Los materiales fueron interpretados por las familias como un intento de presión psicológica por parte de Hamás, sin respuesta oficial inmediata por parte del gobierno.
También intervino Tzvi Zussman, padre del sargento de primera clase Ben Zussman, soldado muerto en combate durante operaciones en la Franja de Gaza. “Entendemos que los rehenes vendrán cuando el gobierno ponga fin a la guerra, ese es el llamado, terminar la guerra y traerlos a todos a casa”, manifestó ante los presentes, que guardaron silencio en señal de respaldo.