El caza ruso Su-35 presentó fallos significativos en operaciones reales, como en Ucrania, donde Rusia perdió varios ejemplares sin lograr superioridad aérea.
Detalles sobre la reputación del Su-35
Derribos recientes del Su-35 en la guerra de Ucrania
Ucrania derribó un Su-35 ruso en Kursk el 7 de junio de 2025, según informes militares ucranianos. Este incidente se sumó a pérdidas anteriores, que incluyeron al menos siete unidades desde el inicio de la guerra. Fuentes como Bulgarian Military confirmaron que el entorno hostil contribuyó a estos derribos. Rusia empleó el Su-35 para misiones de superioridad aérea, pero los sistemas antiaéreos ucranianos neutralizaron varios. Expertos indicaron que el radar Irbis-E falló en detectar amenazas a distancia.
En febrero de 2024, Ucrania destruyó trece aviones rusos, entre ellos dos Su-35. Publicaciones como Indian Defence Review detallaron que la tasa de attrition alarmó a las fuerzas rusas. El Su-35, diseñado para combate aire-aire, enfrentó dificultades contra misiles superficie-aire. Analistas de The Aviation Geek Club explicaron que la falta de sigilo expuso al caza. Rusia perdió superioridad aérea a pesar de su flota numéricamente superior.
El National Interest reportó que el Su-35 cayó como moscas en Ucrania, con pérdidas en Crimea y otras regiones. Pilotos ucranianos utilizaron tácticas que explotaron debilidades en los sensores del Su-35. Fuentes de Newsweek destacaron que el caza ruso no igualó a Cazas occidentales como el F-16. Rusia ajustó tácticas, pero las pérdidas continuaron. Expertos atribuyeron fallos a entrenamiento insuficiente de pilotos.
Bulgarian Military publicó en julio de 2024 que al menos siete Su-35 resultaron derribados en Ucrania. El entorno de alta intensidad reveló limitaciones en el rendimiento del caza. Analistas de 19FortyFive indicaron que la alta tasa de salidas inicial disminuyó debido a necesidades de mantenimiento. Rusia enfrentó dificultades para reemplazar unidades perdidas. Fuentes confirmaron que el Su-35 no mantuvo control del cielo.
Datos clave sobre fallos del Su-35 en Ucrania
- Rusia perdió al menos siete Su-35 desde 2022, según Bulgarian Military.
- El radar Irbis-E presentó limitaciones contra amenazas stealth, como detalló The Aviation Geek Club.
- Ucrania derribó un Su-35 en Kursk el 7 de junio de 2025, informó Reuters.
- La falta de superioridad aérea persistió a pesar de 350 aviones rusos perdidos, según Reddit y Oryx.
Defectos técnicos expuestos en el radar y motores del Su-35
Egipto rechazó el Su-35 en 2025 tras detectar defectos críticos en radar y motores, según Bulgarian Military. El radar Irbis-E, basado en tecnología soviética, falló en entornos modernos. Fuentes como Global Defense Corp indicaron que el Su-35 no detectó Cazas chinos en simulaciones. Rusia promocionó el caza como avanzado, pero pruebas revelaron limitaciones. Analistas de National Security Journal destacaron que el radar obsoleto causó derribos repetidos.
El artículo de The Aviation Geek Club analizó que la ausencia de armamento competente colocó al Su-35 en desventaja. Misiles aire-aire rusos presentaron tasas de éxito bajas. Expertos de Quora explicaron que el caza careció de sensores fusionados como en Cazas estadounidenses. Rusia enfrentó problemas en exportaciones debido a estos fallos. Fuentes de Military Watch Magazine confirmaron que el Su-35 no superó a F-22 en Siria.
Bulgarian Military reportó en diciembre de 2024 que un fallo de software de 22 años atrás permitió el desarrollo del Su-35, pero persistieron errores. Motores AL-41F1S exhibieron problemas de fiabilidad en Egipto. Analistas de Defense Updates indicaron que el caza falló en combates simulados contra J-10 chinos. Rusia ajustó producciones, pero defectos técnicos limitaron efectividad. Expertos atribuyeron limitaciones a diseños heredados de la era soviética.
Global Defense Corp publicó que nueve razones explicaron pérdidas de más de 26 Su-35 en Ucrania, incluidas avionics obsoletas. El Su-35 careció de capacidades stealth, lo que lo expuso a defensas modernas. Fuentes de Army Recognition detallaron que el despliegue en Ucrania terminó utopías sobre su rendimiento. Rusia enfrentó críticas internas por fallos en radares. Analistas confirmaron que el caza no cumplió estándares esperados.
Análisis de exportaciones fallidas y reputación del Su-35
El Su-35 enfrentó dificultades en ventas internacionales incluso antes de Ucrania, según Simple Flying en junio de 2024. Solo dos naciones lo adquirieron en cantidades significativas. Expertos de National Interest indicaron que el caza no atrajo compradores occidentales debido a su inferioridad técnica. Irán compró unidades en 2023, pero reportes de Bulgarian Military sugirieron problemas similares. Rusia promocionó exportaciones, pero rechazos como el de Egipto dañaron su imagen.
Quora debates en 2023 explicaron que el Su-35, como actualización del Su-27, no ofreció avances suficientes. Fuentes de Defense Priorities reconocieron maniobrabilidad, pero destacaron fallos en velocidad supersónica sin postquemadores. Analistas de Newsweek compararon desfavorablemente con F-16. Rusia perdió contratos potenciales tras desempeño en Ucrania. Expertos atribuyeron baja popularidad a radares y sensores inferiores.
The Drive y Aviation Week reportaron que el Su-35 no igualó expectativas en Siria contra F-22. Fallos en proximidad causaron problemas operativos. Fuentes de Military Review indicaron que la campaña aérea rusa en Ucrania falló en establecer superioridad. Rusia enfrentó sanciones que limitaron mejoras. Analistas de IISS confirmaron insuficiencia en inteligencia y reconocimiento.
19FortyFive publicó en junio de 2025 que el Su-35 creó un vacío de capacidades en la fuerza aérea rusa. El enfoque en Su-57 indicó que el Su-35 no satisfizo necesidades. Expertos de Popular Mechanics detallaron que Cazas rusos como Su-35 quedaron obsoletos frente a occidentales. Rusia continuó producciones, pero reputación sufrió. Fuentes confirmaron que el caza no mantuvo promesas de superioridad.
El Su-57 incorpora un sistema de fusión sensorial multispectral, que combina datos de radar AESA, infrarrojos y ópticos en tiempo real. El Su-35, en cambio, depende de sensores independientes no integrados, con menor capacidad de detección simultánea y menor resistencia a interferencias electrónicas avanzadas.
La ausencia de diseño stealth en el Su-35 aumenta su firma radar, lo que lo hace vulnerable a sistemas de defensa aérea de largo alcance. Esta limitación reduce sus márgenes operativos en entornos saturados por radares modernos y obliga a maniobras evasivas que afectan la eficacia táctica.
Aunque posee alta maniobrabilidad mediante vectorización de empuje, esta ventaja es insuficiente contra amenazas modernas guiadas por radar o infrarrojos. La capacidad de evasión aerodinámica pierde relevancia cuando el caza es detectado y alcanzado fuera del alcance visual.
No existen variantes operativas del Su-35 con mejoras radicales. Las actualizaciones propuestas se limitaron a mejoras incrementales en aviónica, sin rediseño estructural ni incorporación de tecnologías furtivas o arquitectura de sensores integrada como en cazas de quinta generación.
La limitada demanda internacional restringe economías de escala y encarece su producción, lo que impacta negativamente en la sostenibilidad del programa. Además, debilita la posición geoestratégica de Rusia como proveedor de defensa frente a fabricantes occidentales con mayor presencia global.