Tres personas fueron arrestadas por la Guardia Revolucionaria iraní bajo sospecha de integrar una célula de sabotaje vinculada a la Organización Muyahidín del Pueblo de Irán (MEK), grupo opositor proscrito con sede en el extranjero. Los detenidos se encontraban en el condado de Pakdasht, al sureste de Teherán. Medios estatales informaron que la operación respondió a un intento de alterar el orden público.
El fiscal Mohammad Hassanpour declaró a la agencia ISNA que los arrestados formaban parte de una red que buscaba comprometer la seguridad interna. Según sus palabras, “tres miembros de células de sabotaje vinculadas al MEK que buscaban alterar el orden público y la seguridad fueron identificados y arrestados”. Añadió que los sospechosos están sometidos a “interrogatorio especializado” y que el proceso de investigación sigue activo.
Hassanpour también afirmó que el MEK recluta personas mediante redes de propaganda clandestinas con el objetivo de establecer células operativas. Indicó que la fuerza de seguridad desmanteló la estructura y capturó a todos los implicados. La detención se produjo pocos días después de la ejecución de dos integrantes del grupo, condenados por fabricar morteros improvisados utilizados en ataques contra civiles, viviendas e infraestructuras públicas.
El MEK fue fundado en la década de 1960 para oponerse al sha respaldado por Estados Unidos. Tras la Revolución Islámica de 1979, fue ilegalizado por haber colaborado con las fuerzas de Saddam Hussein durante la guerra entre Irán e Irak. Desde 2003, tras ser desarmado por una coalición encabezada por EE. UU., el grupo opera desde el extranjero con el objetivo declarado de cambiar el sistema político iraní.
En semanas recientes, el líder supremo iraní, ayatolá Alí Jamenei, acusó al MEK de promover disturbios en el país. Estas declaraciones se emitieron en el contexto del ataque israelí del 13 de junio, que dio inicio a un conflicto de doce días con Irán. Durante ese periodo, Israel y posteriormente Estados Unidos llevaron a cabo bombardeos contra instalaciones nucleares, programas armamentísticos y científicos del régimen iraní.
Como respuesta, Irán lanzó cientos de misiles contra varias ciudades israelíes, provocando la muerte de 28 personas y más de 3.000 heridos. Desde entonces, el gobierno iraní ha enfrentado inestabilidad interna y ha desplegado una campaña de represión con el objetivo de eliminar redes de espionaje, disidentes y opositores vinculados a Israel.