Según las Naciones Unidas, más de 123 millones de personas en todo el mundo han sufrido desplazamientos forzados: refugiados, solicitantes de asilo e individuos desplazados internamente que abandonaron sus hogares a causa de guerras, limpiezas étnicas, colapsos estatales y actos de terror. Solo en 2022, la organización registró más de 32 millones de nuevos desplazamientos.
Millones de personas huyeron o resultaron expulsadas de Sudán, Siria , Venezuela, Ucrania , Afganistán y otros países. Y todos estos millones comparten un rasgo común: las naciones que las expulsaron, ya sea de manera directa o por circunstancias inevitables, jamás se plantearon preguntas como “¿Adónde irán?” o “¿Quién las acogerá?”.