El ministro de Educación, Yoav Kisch, advierte que la apertura del año escolar el 1 de septiembre podría retrasarse si no se encuentra dinero para pagar la seguridad.
“Sin seguridad para las instituciones educativas, el año escolar no se abrirá”, dice en una reunión del Comité de Educación, Cultura y Deportes de la Knéset, según un portavoz de la Knéset.
Según Kisch, el daño económico de mantener a los niños en casa incluso por un día adicional costaría más que el presupuesto de seguridad requerido.
“Se supone que el presupuesto debe ser acordado entre el Ministerio de Finanzas y el Ministerio de Seguridad Nacional”, dice. “La responsabilidad recae en [ellos]”.