Irán proseguirá las negociaciones con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y es probable que ambas partes celebren una nueva ronda de conversaciones en los próximos días, según informó el lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmaeil Baghaei, a los medios estatales.
Desde que Israel y Estados Unidos bombardearon los sitios nucleares iraníes durante una guerra de doce días en junio, los inspectores del OIEA no han podido acceder a dichas instalaciones, a pesar de que el director general del organismo, Rafael Grossi, afirmó que las inspecciones constituyen su máxima prioridad.
“La semana pasada mantuvimos conversaciones [con el OIEA]. Estas negociaciones continuarán y es probable que se lleve a cabo una nueva ronda de diálogos entre Irán y el organismo en los próximos días”, declaró Baghaei.
Teherán ha acusado al OIEA de allanar el camino para los ataques de Israel y Estados Unidos con un informe publicado el 31 de mayo, que llevó a la Junta de Gobernadores del organismo, compuesta por 35 naciones, a declarar que Irán incumplió sus obligaciones de no proliferación.
La República Islámica ha rechazado durante mucho tiempo las acusaciones occidentales de llevar a cabo un esfuerzo encubierto para desarrollar capacidad armamentística nuclear y ha reiterado su compromiso con el Tratado de No Proliferación, que establece el uso pacífico de la energía atómica para los países signatarios.
“El nivel de nuestras relaciones [con el OIEA] cambió tras los acontecimientos ocurridos, no lo negamos. Sin embargo, nuestras relaciones… siguen siendo directas”, afirmó Baghaei durante una conferencia de prensa semanal televisada.
El pasado mes, Irán promulgó una ley aprobada por el parlamento que suspende la cooperación con el OIEA. La legislación estipula que cualquier inspección futura de los sitios nucleares iraníes requerirá la aprobación del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Teherán.
Israel justificó su amplio ataque contra los principales líderes militares iraníes, científicos nucleares, sitios de enriquecimiento de uranio y el programa de misiles balísticos como una medida necesaria para impedir que la República Islámica lleve a cabo su declarado plan de destruir Israel.
Irán ha negado de manera consistente cualquier intención de adquirir armamento nuclear. No obstante, ha enriquecido uranio a niveles incompatibles con aplicaciones pacíficas, ha obstaculizado las inspecciones internacionales en sus instalaciones nucleares y ha ampliado sus capacidades de misiles balísticos. Israel afirmó que Irán había tomado recientemente medidas hacia la militarización nuclear.
En respuesta a los ataques de Israel y Estados Unidos, Irán lanzó más de 500 misiles balísticos y aproximadamente 1,100 drones contra Israel.
Según autoridades sanitarias y hospitales, los ataques iraníes causaron la muerte de 31 personas y dejaron más de 3,000 heridos en Israel.
Irán reportó que más de 1,000 personas murieron durante la guerra, aunque esta cifra no ha podido ser verificada. Israel afirmó que sus objetivos fueron figuras militares y nucleares, así como instalaciones relacionadas.