El Golf Group, un minorista israelí, anunció que llegó a un acuerdo de franquicia para operar Sabon, la cadena de tiendas de productos para el baño y el cuerpo. La decisión del fabricante francés Yves Rocher, dueño de la marca, responde a su plan de cerrar sus operaciones de fabricación y logística en el país, lo que resultará en el despido de 178 empleados.
El grupo minorista israelí compró los derechos exclusivos de las operaciones de venta y en línea de Sabon. El acuerdo, por 6,5 millones de séqueles ($1,9 M), incluye las 22 tiendas de la cadena. Este contrato de cinco años también contempla la adquisición de activos y propiedades utilizados por Sabon en el territorio israelí.
Bajo los términos de la compra, el minorista de moda y diseño para el hogar se ha comprometido a absorber a los 92 empleados de Sabon. La fábrica de la compañía en Kiryat Gat, su sede en Israel, y su centro de distribución no fueron parte del acuerdo y cerrarán en 2026.
La marca Sabon se fundó en 1997 por dos amigos de la infancia, Sigal Kotler-Levy y Avi Piatok. Ambos abrieron una tienda en la calle Shenkin en Tel Aviv, donde vendían jabón hecho a mano por peso. A lo largo de dos décadas, Sabon creció hasta convertirse en una marca internacional, con 180 tiendas en 14 países.
En 2016, los fundadores vendieron el 70% de Sabon al gigante francés de cosméticos Yves Rocher, quien adquirió el resto dos años después. A finales de junio, la empresa anunció su plan de concentrar toda la fabricación en su fábrica en Francia. Este movimiento implica el cierre de su planta en Kiryat Gat en junio de 2026.
Este cierre de la fábrica sucederá a menos que un comprador no identificado adquiera la propiedad, según negociaciones en curso. Además, el fabricante de jabón y productos cosméticos cerrará su sede mundial con sede en Israel a principios de 2026. Se espera que su centro logístico finalice operaciones en octubre de este año.