Northrop Grumman ha sido seleccionada por el Ejército de los Estados Unidos para continuar con la Fase II del Acuerdo de Otra Transacción (OTA) del Improved Threat Detection System (ITDS), una iniciativa clave para modernizar la capacidad de supervivencia de la aviación del Ejército. El programa tiene como objetivo ofrecer capacidades avanzadas de alerta de misiles y detección de amenazas en plataformas como el helicóptero de ataque AH-64 Apache y el futuro avión de asalto de largo alcance MV-75 (FLRAA).
Una de las piezas centrales de este proyecto es el sensor Advanced Tactical Hostile Engagement Awareness (ATHENA) de Northrop Grumman, un sistema de última generación concebido para proporcionar conocimiento de la situación en tiempo real y contrarrestar las amenazas en constante evolución. El nuevo sistema reemplazaría al Common Missile Warning System (CMWS) que utiliza actualmente el Ejército.
Sistema mejorado de detección de amenazas
El Improved Threat Detection System (ITDS) es la próxima generación de sistemas de alerta de misiles y detección de amenazas que equipará a las plataformas actuales y futuras de la aviación del Ejército de los EE. UU. El sistema proporcionará un conjunto de sensores infrarrojos de dos colores y mayor resolución, con un enfoque agnóstico de las amenazas para la supervivencia de las aeronaves, según afirma la institución.
El ITDS tendrá la capacidad de detectar, clasificar, dirigir y declarar amenazas electro-ópticas/infrarrojas (EO/IR) existentes y emergentes. El sistema también proporcionará las Hostile Fire Indications (HFI) apropiadas, diferenciando entre amenazas de armas ligeras y de cohetes.
El ITDS tendrá interdependencia con otros sistemas, lo que le permitirá dirigir contramedidas basadas en láser (DIRCM) y/o lanzar contramedidas fungibles (chaff y flares) a través de dispensadores de contramedidas mejorados (ICMD). El sistema elegirá el sistema de contramedidas apropiado en función de la clasificación de la amenaza.
“Esta capacidad crítica es necesaria para que la aviación del Ejército mantenga la superioridad operativa frente a amenazas de países con fuerzas militares equivalentes, y facilita tácticas avanzadas gracias a un mayor alcance de detección, una mejor detección en condiciones de saturación y a la utilización de algoritmos agnósticos de amenazas para responder rápidamente a los peligros emergentes y permitir la ejecución de operaciones multidominio de espectro completo”, dijo el coronel Brock Zimmerman, director de programa del PM ASE.
Logros de la Fase I del ITDS y objetivos de la Fase II
La Fase I del ITDS se centró en la demostración y maduración de la tecnología para evaluar las soluciones de los proveedores y su madurez técnica, concluyendo en mayo de 2025 con más de 51 horas de pruebas de vuelo. El año pasado, la institución militar seleccionó a Northrop Grumman y a Lockheed Martin para que aportaran soluciones para la Fase I.
Los evaluadores del Ejército replicaron las tácticas empleadas en las operaciones de combate actuales, valorando la capacidad de los sensores para detectar, clasificar y dirigir una amplia gama de amenazas, desde disparos de armas ligeras hasta misiles guiados antitanque y MANPADS. Las pruebas evaluaron la eficacia de los sensores en escenarios operativamente realistas.
La Fase II hará hincapié en la entrega de prototipos del ITDS, lo que incluye el perfeccionamiento del diseño, las pruebas de demostración, la evaluación de la arquitectura, el alojamiento de aplicaciones prototipo, la caracterización de los sensores de alerta de misiles y la integración operativa. El rendimiento se evaluará de nuevo con cuidado durante las pruebas de vuelo antes de la Fase III.
Perspectivas de futuro
Está previsto que el programa ITDS pase a la vía de prototipado rápido de adquisición de nivel intermedio en el primer trimestre del año fiscal 2026. El Abbreviated Capability Development Document (A-CDD), aprobado en julio de 2025, exige diez prototipos para pruebas e integración, y 100 sistemas para su despliegue sobre el terreno.
El prototipado rápido permite al Ejército agilizar la entrega de tecnologías de supervivencia avanzadas, a la vez que mantiene la flexibilidad para realizar mejoras progresivas a partir de la experiencia operativa. Esto es fundamental para que la institución pueda contrarrestar las amenazas emergentes en operaciones multidominio.
ATHENA
El Advanced Tactical Hostile Engagement Awareness (ATHENA) es un sensor con visión fija y siempre activa que proporciona una cobertura continua de 360 grados. Suministra detección de amenazas de banda ancha y alta resolución y puede geolocalizar rápidamente amenazas electro-ópticas/infrarrojas (EO/IR) entrantes, lo que incluye fuego hostil, cohetes, misiles guiados antitanque, armas ligeras y armas de mayor calibre.
Dennis Neel, director de Programas de Desarrollo de Supervivencia de Northrop Grumman, dijo que “ATHENA puede ver donde los pilotos no pueden, incluso a través del suelo de una aeronave”, ofreciendo un conocimiento de la situación que antes se limitaba a plataformas de mayor tamaño. ATHENA ofrece la capacidad, de forma similar al Distributed Aperture System del F-35, de ver cualquier punto en 360 grados alrededor de la aeronave e incluso “ver a través” del suelo de la misma.
De hecho, múltiples señales de sensores se unen a la perfección para crear una visión esférica completa, lo que permite a las tripulaciones vigilar las amenazas desde cualquier dirección. El mayor alcance de detección, la resolución y la potencia de procesamiento proporcionan a los pilotos y a los sistemas de contramedidas más tiempo para responder a las amenazas.
Integración con sistemas existentes
ATHENA ha sido diseñado para integrarse con los sistemas de contramedidas existentes, lo que incluye el conjunto Common Infrared Countermeasure (CIRCM) de Northrop Grumman, lo que hace posible las respuestas automatizadas o semiautomatizadas. La compañía ya ha definido a ATHENA como “los ojos de CIRCM”.
La ubicación de las amenazas, rápida y precisa, y los datos sobre la trayectoria mejoran los tiempos de reacción y la eficacia de las protecciones existentes. La arquitectura modular y escalable de ATHENA admite aeronaves antiguas y futuras, enlaces de datos para campos de batalla en red e integración con otras tecnologías de supervivencia.
De hecho, como exige el Ejército, el sistema debe ser compatible con el Modular Open Systems Approach (MOSA) y capaz de funcionar con una estructura digital, lo que permite una rápida integración y mejoras. Esta adaptabilidad es crucial, ya que la aviación del Ejército opera en entornos cada vez más complejos y disputados.
Contexto estratégico
Los sistemas de alerta de misiles de legado, como el Common Missile Warning System (CMWS) y el Limited Interim Missile Warning System (LIMWS), proporcionaron una protección crítica, pero con limitaciones en su cobertura, velocidad de detección y adaptabilidad. ATHENA subsana estas deficiencias con una cobertura más amplia, algoritmos agnósticos de amenazas y una mayor capacidad de procesamiento, lo que ayuda a la aviación del Ejército a mantener la superioridad operativa frente a amenazas de países con fuerzas militares equivalentes y a adaptarse a los retos emergentes en las operaciones multidominio.
Las aeronaves del Ejército se enfrentan a redes de defensa antiaérea cada vez más sofisticadas, a sistemas aéreos no tripulados y a municiones guiadas avanzadas. ATHENA puede proporcionar una vigilancia continua y en tiempo real de las amenazas, lo que permite a los aviadores concentrarse en la misión, a la vez que mantienen el conocimiento de la situación necesario para operar con eficacia.