Entre las decenas de muertos en los ataques aéreos de Rusia y Siria en la región de Idlib en las últimas semanas se encuentran miembros de la familia de Khadija Hamdan, de dos años. La semana pasada fue rescatada de los escombros por las fuerzas de defensa civil, conocidas como los Cascos Blancos, mientras que ninguno de sus familiares inmediatos sobrevivió.
El régimen de Bashar Assad, con la ayuda de la fuerza aérea de Rusia, intensificó los ataques contra los últimos bastiones rebeldes. Estos aún dominan el distrito de Idlib y las franjas occidentales de Alepo y el norte de Hamat. Estas áreas están incluidas en la zona desmilitarizada que se estableció entre Rusia y Turquía en septiembre para evitar una campaña militar extensa en Idlib, pero se está desmoronando.
Damasco y Moscú dicen que están atacando a combatientes en organizaciones jihadistas que violan el alto el fuego, mientras que Ankara no está logrando eliminar a Tahrir al-Sham, el ex Jibat al-Nusra, de Idlib. Tahrir al-Sham, que incluye varias facciones jihadistas, es la organización más poderosa de la provincia.
VÍDEO DEL RESCATE DE KHADIJA
Khadija is two years old and completely alone. Yesterday, Russian airstrikes killed her entire family with Syria Civil Defence – The White Helmets volunteers left to pull Khadija from the rubble. This is the human cost of Assad and Russia’s destruction of northwest Syria pic.twitter.com/cGeE3oVjmO
— دانيال الكلسلي ( أبو الفدا الدومي) (@louaylo) May 3, 2019
Según la red de Al-Jazeera, el ataque aéreo fue alrededor de las 3:00 am, cuando un misil golpeó la casa de la familia en Idlib. La explosión mató a los padres de Khadija Hamdan y a sus dos hermanas, y los rescatistas locales corrieron a la casa y encontraron a la niña cubierta de polvo y sangre en su rostro.
Uno de los rescatadores, Osama Khaj Hassan, dijo: “Cuando llegamos al área, escuchamos la voz de una criatura y encontramos a una niña, pero ella no resultó herida, pero su cara estaba llena de sangre y la llevé a la ambulancia”.
Al día siguiente, Hassan Muhammad Hamdan, el tío de la niña, fue convocado al hospital para transferirla a su custodia. Le dijo a Al Jazeera: “Ella estaba acostumbrada a hablar y le encantaba jugar y saltar todo el tiempo, pero ahora no está diciendo una palabra, solo está llorando y temblando cada vez que oye aviones en el cielo”.