La declaración del ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, sobre la necesidad de que el Consejo de Seguridad de la ONU autorice la soberanía israelí sobre los Altos del Golán no es la prueba del derecho internacional y no tiene precedentes.
En el pasado, los territorios se anexaban sin la venia del Consejo de Seguridad. En ocasiones, esto ocurrió con el consentimiento tanto del donante como del receptor del territorio, como fue el caso cuando Egipto entregó la isla Tiran a Arabia Saudita. En otras ocasiones, ocurrió como resultado de un movimiento unilateral, como cuando Rusia ocupó y se anexionó la Península de Crimea.
En ninguno de estos precedentes, ningún país solicitó el consentimiento del Consejo de Seguridad de la ONU. Tampoco Israel necesita la aprobación de otros países. Desde que el gobierno israelí bajo el Primer Ministro, Menachem Begin, comenzó a aplicar la ley israelí a los Altos del Golán en 1981, el territorio se convirtió en parte del Estado de Israel permanentemente. El reconocimiento de esta realidad por parte de los países extranjeros llegará tarde o temprano, y cuando lo haga, será un paso positivo. Pero eso no cambia el hecho de que la anexión de los Altos del Golán por parte de Israel es un hecho. El pueblo de Israel ha regresado a los Altos del Golán para quedarse, para siempre.
La declaración de Lavrov es, de hecho, sorprendente particularmente por lo que deja fuera. El ministro ruso no mencionó el régimen de Siria o al presidente Bashar Assad. Desde su punto de vista, para que Israel garantice su control sobre los Altos del Golán, debe buscar el consentimiento de las grandes potencias, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, que incluyen a Rusia, y la posición de Assad sobre el tema es irrelevante. Esto es más que un indicio del Kremlin, y podría incluso considerarse como una invitación para iniciar un diálogo entre Israel y Rusia sobre las condiciones para el reconocimiento de Rusia de los Altos del Golán de Israel.
La declaración de Lavrov llega en el contexto de la fabricada crisis iniciada por Rusia para alcanzar nuevos entendimientos con Israel sobre lo que sucede en la arena siria. Los rusos entienden que el reconocimiento estadounidense de los Altos del Golán israelíes vendrá, y no tienen la intención de otorgar el reconocimiento de Rusia sin recibir algo a cambio. Con el Kremlin, no hay tal cosa como un almuerzo gratis. Puede apostar que los rusos tratarán de usar esto para exprimir las concesiones israelíes con respecto a las actividades de Moscú en Siria.
Ariel Bolstein es el fundador de la organización de defensa de Israel Faces of Israel.