Un camarógrafo independiente de Nueva York, Samuel Seligson, fue detenido acusado de acompañar a manifestantes propalestinos que arrojaron pintura roja a las viviendas de altos directivos del Museo de Brooklyn. Este hecho ocurrió a principios de este verano.
Seligson, de 31 años, enfrenta graves acusaciones de delitos de odio. Según la denuncia penal presentada por un detective de la policía, él habría estado con el grupo que pintó con aerosol las fachadas de dos apartamentos pertenecientes al director y al presidente del museo. Los activistas escribieron mensajes acusando a estos líderes de apoyar el genocidio, además de colgar una pancarta en la residencia de la presidenta del museo, quien es judía, llamándola “sionista supremacista blanca”.
Leena Widdi, abogada de Seligson, argumenta que su cliente actuaba como un periodista acreditado y calificó las acusaciones como una extralimitación “atroz” por parte de las autoridades. Widdi mencionó que la policía allanó dos veces el hogar de Seligson en Brooklyn antes de su entrega voluntaria el martes por la mañana.
Pese a la descripción de la denuncia que vincula a Seligson con el acto vandálico, un oficial de policía, bajo anonimato, señaló que el periodista no participó directamente en la pintura con aerosol ni en los daños a la propiedad.
El arresto de Seligson ha suscitado críticas por parte de organizaciones defensoras de la libertad de prensa, quienes cuestionan el derecho de un periodista a documentar actos ilegales. Seligson, quien es judío, es conocido por cubrir protestas en Nueva York y ha colaborado con medios como Reuters y ABC News.
Widdi expresó en un correo electrónico: “Samuel está siendo acusado por una conducta presuntamente protegida por la Primera Enmienda y acorde con su trabajo como miembro de la prensa acreditado”. Además, subrayó la gravedad de que un periodista sea acusado de un delito de odio.
El periodista fue procesado en Brooklyn por ocho cargos de daños criminales, cuatro de los cuales son considerados delitos de odio. Se le concedió libertad bajo supervisión.
El incidente de vandalismo, que ocurrió en junio, apuntó a cuatro residencias de miembros de la junta directiva del Museo de Brooklyn, desatando acusaciones de antisemitismo y condenas de diversas figuras políticas.
Los documentos judiciales indican que los activistas usaron mascarillas y ropa oscura mientras pintaban las consignas en las casas de los miembros de la junta. También colgaron carteles con un triángulo rojo invertido, un símbolo utilizado por el grupo terrorista Hamás para conmemorar ataques contra israelíes.