El asesinato de once feligreses judíos en una sinagoga de Pittsburgh fue perpetrado por un hombre incitado por el antisemitismo, y no por delirios, según el testimonio de un destacado psiquiatra forense para la acusación en el juicio federal a Robert Bowers.
El papel de un experto psiquiatra forense en el juicio
El psiquiatra forense Park Dietz, quien ha proporcionado testimonio en varios casos de defensa de la insanidad mental, fue el último testigo en la primera parte de la fase de la pena de muerte en el juicio de Bowers, autor del ataque más letal contra judíos estadounidenses el 27 de octubre de 2018.
Dietz, en representación de la acusación, refutó el testimonio de la defensa de que Bowers sufría de esquizofrenia y delirios. Según él, Bowers no obtuvo sus ideas antisemitas de su propia imaginación retorcida, sino de escritos antisemitas en línea que lo radicalizaron.
El testimonio de Dietz posicionó el crimen de Bowers dentro de décadas de extremismo de derecha en los Estados Unidos, incluyendo la influencia de escritos supremacistas blancos y teorías de conspiración antisemitas que han ganado tracción en los últimos años.
Factores atenuantes y la pena de muerte
En la primera parte de la fase de la pena de muerte, se ha analizado principalmente si la intención de Bowers cumple con los requisitos para la pena capital. Si el jurado decide que los crímenes cumplen con ese umbral, la segunda fase considerará los argumentos de la defensa de que factores atenuantes en la vida de Bowers lo hacen inelegible para la pena de muerte.
La defensa ha intentado demostrar que las creencias de Bowers sobre los judíos eran delirios provocados por la esquizofrenia y la epilepsia. Sin embargo, Dietz ha mantenido su postura en contra de esta interpretación, sosteniendo que las creencias de Bowers no eran delirios, sino creencias antisemitas y de supremacía blanca arraigadas.
Según Dietz, Bowers permanece sin arrepentimientos, incluso lamentando no haber llevado más munición al lugar del ataque.
Los detalles del ataque a la sinagoga
Bowers atacó la sinagoga Árbol de la Vida, donde once personas perdieron la vida. La defensa alega que Bowers, diagnosticado con esquizofrenia y epilepsia, actuó bajo delirios. Sin embargo, el psiquiatra forense Dietz sostiene que las creencias de Bowers estaban fuertemente arraigadas en el antisemitismo y la supremacía blanca, y que no eran producto de alucinaciones.
Durante el interrogatorio, Dietz reveló que Bowers estaba orgulloso de su acción, considerando su manejo de la munición “impecable” y creyendo que ganó esa “batalla”, a pesar de que pueda ser condenado a la pena de muerte.
Finalmente, Dietz explicó que Bowers eligió el Árbol de la Vida porque una de sus congregaciones, Dor Hadash, estaba asociada con HIAS, un grupo judío que patrocina a familias de refugiados. Bowers había planeado originalmente atacar solo a Dor Hadash, pero cambió de opinión después de escuchar a presentadores de noticias que, en su creencia, expresaban simpatía por los inmigrantes.