El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció un nuevo grupo de trabajo para combatir el antisemitismo en centros educativos, en una iniciativa impulsada por la administración Trump. Este equipo estará integrado por representantes del Departamento de Justicia, Educación y Salud y Servicios Humanos, según informó el departamento en un comunicado.
“La prioridad principal será erradicar el acoso antisemita en escuelas y universidades”, detalla el comunicado oficial. Leo Terrell, asesor principal del fiscal general adjunto para derechos civiles, será el encargado de dirigir el grupo.
“El antisemitismo en cualquier contexto es inaceptable para los ideales de esta nación”, declaró Terrell. A pesar de las declaraciones, el comunicado no especificó los detalles operativos del grupo.
Esta medida surge como parte de la iniciativa anunciada por el presidente Donald Trump en una orden ejecutiva reciente. En dicha orden, se incluyó una hoja informativa que plantea acciones como la deportación de estudiantes extranjeros involucrados en protestas pro-yihadistas en los campus universitarios.
“Cancelaré rápidamente las visas de estudiantes que apoyen a Hamás en las universidades, que están infestadas de radicalismo como nunca antes”, subraya el comunicado. Además, se prometen acciones inmediatas para perseguir legalmente amenazas terroristas, incendios, vandalismo y actos de violencia contra la comunidad judía estadounidense.
Grupos de derechos humanos y algunos colectivos judíos han rechazado la disposición sobre deportación. La nueva orden reafirma una anterior de 2019, firmada por Trump, actualizándola ante los incidentes ocurridos tras el ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023.
“Los estudiantes judíos han enfrentado un constante acoso y discriminación”, señala la orden ejecutiva. Menciona restricciones en el acceso a espacios del campus, intimidaciones, amenazas y agresiones físicas.
Trump declaró que este “fracaso es inaceptable y termina hoy”, comprometiéndose a utilizar “todas las herramientas legales disponibles” para combatir la discriminación antijudía. La orden apunta específicamente a instituciones universitarias que describe como “izquierdistas y antiamericanas”.
Los líderes de agencias federales deberán presentar recomendaciones a la Casa Blanca en un plazo de 60 días sobre acciones legales que puedan implementarse para frenar el antisemitismo, según se especifica en la hoja informativa.