La Universidad Trinity College de Dublín anunció el miércoles la decisión de cortar todos los vínculos institucionales con Israel, en respuesta a las continuas violaciones del derecho internacional y humanitario. La medida, comunicada a los estudiantes mediante un correo electrónico.
El presidente de la junta, Paul Farrell, informó en el correo que la universidad suspenderá las relaciones con el Estado de Israel, sus universidades y empresas con sede en ese país mientras persistan las violaciones mencionadas.
Esta decisión responde a las protestas estudiantiles que bloquearon parte del campus en el centro de Dublín durante cinco días el año pasado, en rechazo a la ofensiva militar de Israel en Gaza contra el grupo terrorista Hamás, tras el ataque del 7 de octubre de 2023 que dejó unos 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y 251 rehenes.
El grupo de trabajo propuso varias medidas que la junta aprobó, entre ellas la desinversión total en empresas con sede en Israel y la prohibición de establecer nuevos contratos de suministro o relaciones comerciales con entidades israelíes. Además, la universidad decidió no renovar acuerdos de movilidad con instituciones académicas de Israel, como los programas Erasmus+ vigentes con la Universidad Bar Ilan, que expira en julio de 2026, y la Universidad Hebrea de Jerusalén, que concluye en julio de 2025.
La institución también resolvió no participar en nuevos acuerdos de investigación que involucren a Israel y buscará aliarse con universidades y organismos que compartan su postura para influir en las políticas de la Unión Europea respecto a la colaboración con Israel.
Irlanda ha adoptado una postura crítica hacia las acciones de Israel tras el ataque de Hamás en 2023. En mayo de 2024, el país reconoció a Palestina como un Estado soberano e independiente, sumándose a otras naciones europeas. Posteriormente, se unió a la demanda de Sudáfrica en la Corte Internacional de Justicia, acusando a Israel de genocidio en Gaza, algo que Israel rechazó con vehemencia.
El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Sa’ar, ordenó en diciembre el cierre de la embajada en Dublín, señalando las “políticas extremas antiisraelíes” de Irlanda. Sa’ar acusó al entonces primer ministro irlandés, Simon Harris, de fomentar el antisemitismo.
Más recientemente, el gobierno irlandés respaldó un proyecto de ley para restringir el comercio con asentamientos israelíes en el Este de Jerusalén y Judea y Samaria, una medida que el primer ministro Micheal Martin calificó de simbólica, dado el escaso comercio con esas zonas. El Parlamento aún debe aprobar esta legislación, lo que podría ocurrir más adelante en el año.