Esta semana, las banderas israelíes ondearon orgullosamente en las calles de París, y no por una visita oficial, sino por una especial y enorme manifestación de la comunidad judía francesa contra la creciente tendencia al antisemitismo.
Las grandes banderas israelíes fueron arregladas y colgadas por miembros del movimiento Betar, dirigido por Nili Pitchon, el emisario del movimiento en Francia.
La manifestación, que tuvo lugar el domingo, tenía como objetivo mostrar a la comunidad judía local que no hay razón para tener miedo o para ocultar su identidad. También tuvo como objetivo expresar la ira de la comunidad judía respecto de la decisión del tribunal de abstenerse de procesar a Kobili Traoré, quien asesinó a Sarah Halimi, y en su lugar alegar que no fue responsable criminalmente por sus acciones.
Los miembros de Betar, que agitaban tanto la bandera israelí como la de Betar, hicieron hincapié en ello: “Francia es conocida por ser un país antisemita y no podemos confiar en que proteja a todos sus ciudadanos de manera justa e igualitaria, como dice orgullosamente que lo hace”.
Pitchon dijo: “La bandera israelí no es solo la bandera del Estado de Israel, sino la bandera de todo el pueblo judío, y los únicos colores que realmente la representan. Junto con las banderas de Betar, enviamos un mensaje a toda la comunidad de que el movimiento Betar ha venido a despertar a la comunidad judía y a permitirle comprender el significado de ‘si yo no soy para mí, ¿quién será para mí?’ y devolverle el orgullo al que siempre apuntó el líder de Betar, Ze’ev Jabotinsky”.