Consultor revela que hallazgos sobre el ataque incendiario a la mansión del gobernador de Pensilvania permanecerán confidenciales.
Incendio en residencia de Shapiro: informe de seguridad no será público
Un consultor contratado para revisar la seguridad en la residencia oficial del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, tras un ataque incendiario perpetrado por un intruso nocturno el pasado 13 de abril, anunció que los resultados de su investigación no se divulgarán al público. Jeffrey Miller, coronel retirado de la policía estatal y líder de la firma de consultoría con sede en San Diego, justificó la decisión citando la “naturaleza sensible” de los hallazgos, que impide su publicación por razones de seguridad. La declaración, emitida el viernes 2 de mayo de 2025, responde a las crecientes preguntas sobre cómo el atacante logró evadir las medidas de protección de la Policía Estatal de Pensilvania y perpetrar el atentado.
El incidente ocurrió en la madrugada del 13 de abril de 2025, cuando el sospechoso, identificado como Cody Balmer, de 38 años, escaló una cerca de seguridad de 2 metros de altura, rompió dos ventanas con un martillo y se introdujo en la residencia oficial en Harrisburg. Una vez dentro, Balmer utilizó dos botellas de cerveza llenas de gasolina para iniciar múltiples incendios que causaron daños significativos en la mansión, incluyendo muebles derretidos, vidrios destrozados y libros de oraciones quemados. Shapiro, su esposa Lori Shapiro, sus hijos y varios invitados, quienes habían celebrado el Seder de Pascua judía horas antes, fueron evacuados sin sufrir heridas gracias a la rápida intervención de la Oficina de Servicios Ejecutivos.
Balmer, un mecánico desempleado de Harrisburg, enfrenta ocho cargos criminales, incluyendo intento de homicidio, terrorismo, incendio agravado y asalto agravado. Según documentos judiciales, el sospechoso confesó su odio hacia Shapiro y expresó motivaciones políticas relacionadas con la guerra entre Israel y Hamás en Gaza. En una llamada al 911 realizada menos de una hora después del ataque, Balmer declaró: “El gobernador Josh Shapiro necesita saber que Cody Balmer no participará en sus planes para lo que quiere hacer con el pueblo palestino”. Esta declaración, junto con otras pruebas, llevó a las autoridades a considerar cargos adicionales por intimidación étnica, equivalente a delitos de odio en Pensilvania.
La intrusión expuso fallos significativos en la seguridad de la residencia, construida en la década de 1960 y ubicada a orillas del río Susquehanna. Un sensor de seguridad alertó a un agente de la Policía Estatal, pero la oscuridad impidió detectar a Balmer, quien evadió al oficial, accedió a un pasillo trasero y lanzó un cóctel Molotov que provocó una explosión e incendio inmediato. J.J. Klaver, exagente del FBI y consultor de seguridad, señaló que “nunca debería haber entrado”. La consultoría de Miller, contratada por más de 35,000 dólares, elaboró recomendaciones clave que, según el experto, “evitarán que un ataque de esta naturaleza tenga éxito en el futuro” si se implementan completamente.
Datos clave sobre el ataque incendiario a la residencia de Shapiro
- Fecha del incidente: 13 de abril de 2025, aproximadamente a las 2:00 a.m.
- Sospechoso: Cody Balmer, 38 años, arrestado y bajo cargos de intento de homicidio y terrorismo.
- Daños: Ventanas rotas, muebles derretidos, piano carbonizado y ala de la residencia severamente afectada.
- Motivación: Balmer expresó odio hacia Shapiro por su supuesta postura sobre la guerra Israel-Hamás.
- Respuesta: Evacuación exitosa de la familia Shapiro y revisión de seguridad en curso.
Reacciones internacionales y contexto del ataque
El ataque generó reacciones internacionales, particularmente en Israel, donde el ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Sa’ar, condenó el incidente como “un ataque contra cada judío en todas partes”. En una llamada con Shapiro, Sa’ar expresó la solidaridad de Israel y agradeció al gobernador por su firme postura contra el antisemitismo, invitándolo a visitar el país. La prensa hebrea, como el diario Yedioth Ahronoth, destacó la conexión del ataque con el contexto global de tensiones derivadas de la guerra en Gaza, aunque evitó especular sobre las motivaciones específicas de Balmer. Shapiro, quien es judío, ha enfrentado críticas de activistas antiisraelíes en el pasado, incluyendo campañas que lo calificaron de “Genocide Josh” durante su consideración como candidato vicepresidencial en 2024.
En Pensilvania, el ataque evocó recuerdos del tiroteo en la sinagoga Tree of Life en Pittsburgh en 2018, aumentando la preocupación entre las comunidades judías locales. Una marcha y vigilia en Harrisburg el 16 de abril reunió a residentes que condenaron la violencia políticamente motivada. Shapiro reabrió la residencia al público el 22 de abril para un evento de búsqueda de huevos de Pascua, declarando: “No viviré con miedo”. El gobernador, considerado un posible contendiente presidencial para 2028, destacó la necesidad de condenar universalmente la violencia, independientemente de su origen político.
A nivel político, el incidente generó controversia. Algunos legisladores republicanos, como el representante Dan Meuser, sugirieron que los comentarios de Shapiro contra las políticas del presidente Donald Trump podrían haber contribuido al ataque, una afirmación que críticos calificaron de inexacta y divisiva. Por su parte, Trump contactó a Shapiro una semana después del incidente, en una llamada de casi 20 minutos donde discutieron el ataque y otros temas. Otros funcionarios republicanos, como el director del FBI, Kash Patel, y la fiscal general Pam Bondi, también se comunicaron con el gobernador para ofrecer apoyo.
La decisión de mantener el informe de seguridad confidencial ha generado críticas de quienes exigen mayor transparencia sobre las fallas que permitieron el ataque. Sin embargo, Miller insistió en que la sensibilidad de las recomendaciones, que incluyen mejoras en la vigilancia y respuesta perimetral, justifica su reserva. Las autoridades continúan evaluando las medidas de seguridad, mientras los trabajos de restauración en la residencia, que sufrió daños estimados en millones de dólares, avanzan con la expectativa de completar las reparaciones para mediados de verano.
Contexto más amplio: seguridad y violencia política
El ataque a la residencia de Shapiro se inscribe en un contexto de creciente preocupación por la violencia políticamente motivada en Estados Unidos, como advirtió el Departamento de Seguridad Nacional en los últimos años. La rápida respuesta de los bomberos de Harrisburg, que contuvieron el incendio a las 2:00 a.m. del 13 de abril, evitó una tragedia mayor. Shapiro agradeció personalmente a los bomberos el 17 de abril, sirviéndoles un almuerzo junto a su esposa y el chef Robert Irvine. La familia Shapiro, que divide su tiempo entre la residencia oficial y su hogar en Abington, un suburbio de Filadelfia, planea regresar a dormir en la mansión una vez que las condiciones lo permitan.
El caso de Balmer, quien estaba en libertad bajo fianza por cargos previos al momento del ataque, ha reavivado el debate sobre la supervisión de individuos con antecedentes violentos. Los fiscales evalúan si el incidente califica como un delito de odio, aunque Shapiro declinó especular sobre la clasificación, dejando la decisión a los fiscales. Una audiencia preliminar para Balmer está programada para el 23 de abril, mientras sus abogados buscan una evaluación de competencia mental.
La prensa hebrea, incluyendo The Jerusalem Post, destacó la condena unánime del ataque por parte de líderes judíos y no judíos en Estados Unidos e Israel, subrayando la importancia de proteger a figuras públicas frente al aumento de amenazas antisemitas. Aunque el motivo de Balmer parece vinculado a percepciones erróneas sobre las posturas de Shapiro respecto a Israel, las autoridades resaltan que la investigación sigue su curso para esclarecer todos los factores involucrados.