En una carta enviada ayer, la comunidad judía de Oporto ha pedido al presidente portugués Marcelo Rebelo Sousa que presente una disculpa pública a la comunidad y a sus representantes por lo que se ha descrito como una “caza de brujas” antisemita contra ella.
La carta detalla cómo el 11 de marzo de 2022, la Sinagoga de Oporto, el Museo Judío y las casas de los líderes de la comunidad fueron invadidas ilegalmente por un gran número de agentes de policía, basándose en denuncias anónimas de delincuentes.
El pasado sábado por la noche, por primera vez en la historia, la Comunidad Judía de Oporto conmemoró el “Día de la Vergüenza” encendiendo las velas de una menorá frente a la Sinagoga Kadoorie Mekor Haim y lanzando un vídeo en YouTube titulado “Antisemitismo al estilo soviético en Portugal”.
La carta enviada al Presidente dice así “Los responsables del Ministerio Público y de la Policía Judicial, instrumentalizaron vergonzosamente las acusaciones, con fines políticos, y dijeron al mundo que estaban investigando posibles delitos de corrupción activa, tráfico de influencias, fraude fiscal, blanqueo de dinero, falsificación de documentos y otros”.
Según el Presidente de la Comunidad, Gabriel Senderowicz, “las acusaciones contra la Comunidad eran técnicamente imposibles, y las autoridades sabían que no tenían pruebas de tales acusaciones”.
La respuesta de la Comunidad se vio respaldada cuando, el 27 de septiembre del año pasado, un Tribunal de Apelación dictaminó que las investigaciones “no se basaban en nada”.
“Todo este episodio ha sido tratado de una manera muy insensible y humillante a la vista del público, lo que ha llevado a muchos a ver motivos antisemitas en el corazón de esta ‘caza de brujas’”, dijo Gabriel Senderowicz, Presidente de la Comunidad Judía de Oporto. “Sabemos que el Presidente simpatiza mucho con la comunidad judía y es una figura pública muy respetada, por lo que esperamos que un pronunciamiento de su oficina ponga fin a este sórdido episodio”.
“Las acusaciones contra la Comunidad eran técnicamente imposibles, y las autoridades sabían que no tenían pruebas para tales cargos. Los fiscales dijeron que nuestro rabino había sobornado a funcionarios de las Oficinas de Registro que, de hecho, nunca había visitado, ni conocía a nadie allí y que no tenía conocimientos técnicos sobre quién es y quién no es sefardí”. Además, dijeron que “había falsificado el origen sefardí de un israelí francés que de hecho había sido certificado, y con razón, pero por la Comunidad de Lisboa, y de un israelí ruso que de hecho había sido certificado, y con razón, por su comunidad de origen”.
La Comunidad Judía de Oporto está formada por unos mil judíos originarios de 30 países. Cuenta con tres sinagogas, un Museo del Holocausto, un Museo Judío y restaurantes kosher. Este año, la Comunidad inaugurará su propio cementerio, ya que el último fue destruido en 1497, en la época del Edicto del Rey Manuel I, cuando toda la comunidad judía portuguesa fue convertida a la fuerza y se prohibió el judaísmo en Portugal.