El altar del profeta Josué, situado en el monte Ebal, en Judea y Samaria, ha sido objeto de nuevos actos de vandalismo, según informó esta semana la ONG derechista Shomrim al Hanetzach.
La zona se encuentra en el área B de Cisjordania, que está bajo el control civil de la Autoridad Palestina.
En febrero, la organización denunció un incidente similar, cuando unas obras de carretera palestinas destruyeron partes de un muro de 3.200 años de antigüedad del lugar bíblico. Se desconocen los autores del vandalismo de esta semana.
El informe de Shomrim al Hanetzach mostraba muros rotos y piedras retiradas del altar, así como daños en el muro exterior del lugar.
El Consejo Regional de Samaria, bajo cuya jurisdicción se encuentra el lugar, expresó su preocupación por la seguridad del altar de Josué, que es una de las pocas estructuras que permanecen intactas de la época en que el pueblo judío entró en la tierra de Israel, hace más de 2.000 años, y como tal, tiene un valor histórico único.
Este es uno de una serie de acontecimientos que el gobierno israelí se niega a abordar, dijo Shomrim al Hanetzach en una declaración.
“Los sitios bíblicos y asmoneos están siendo destruidos ante nuestros propios ojos. Es una vergüenza y una desgracia para el pueblo judío y el gobierno israelí. Nuestra Biblia está siendo destruida”, dijo.
“Hacemos un llamamiento al primer ministro [Naftali Bennett] y al ministro de Defensa [Benny Gantz] para que intervengan inmediatamente y consigan restaurar profesionalmente el sitio arqueológico antes de que sea demasiado tarde. La escritura está en la pared”, dijo la ONG.