El incidente ocurrió en Hoogezand, en ciudad de Groningen (Holanda), cerca de la estación de tren utilizada durante la Segunda Guerra Mundial para el transporte de judíos a los campos de concentración nazis, donde casi todos murieron.
De acuerdo al diario NOS, el monumento que está ubicado allí en conmemoración del Holocausto sufrió numerosas pintadas que contenían esvásticas y símbolos nazis.
“Estoy atónita de que tal acción pueda ocurrir en nuestra ciudad o en cualquier otro lugar”, expresó la alcalde de Groningen, Mónica de Rhine.