Entre los cientos de miles de españoles que protestaron contra el voto de la independencia de Cataluña el domingo fueron docenas de neonazis los que hicieron el saludo Sieg Heil, según las imágenes de la manifestación masiva.
Nicht representativ für die heutigen Proteste gegen die katalanische Unabhängigkeit aber ein Teil davon. Gerade in #Barcelona pic.twitter.com/5O4o2lRZ9F
— Björn Kietzmann (@bjokie) October 29, 2017
Los vídeos en las redes sociales muestran a los manifestantes envueltos en banderas españolas levantando la mano derecha en un saludo que recuerda a los mítines pro Hitler.
Meanwhile in Madrid… pic.twitter.com/SbnlOIhGWn
— Nacho Amela (@NachoAmela) October 29, 2017
La manifestación fue a veces violenta, con vídeos que muestran a los manifestantes atacando a la policía y siendo golpeados con golpes en las piernas y el cuerpo.
En una foto, un manifestante con un tatuaje de esvástica en la mano se ve enfrentando a las fuerzas de seguridad catalanas.
das nazionalistische spanien#katalonien pic.twitter.com/fkPdAWaAnB
— Comité Katalonien (@ComiteKat) October 29, 2017
Estos pocos formaban parte de la multitud de manifestantes que cantaban y aplaudían, a través de las calles de Barcelona en un mar de banderas españolas, blandiendo carteles que decían «De Todos».
La policía municipal dijo que la multitud ascendía a unos 300,000, mientras que los organizadores dijeron que fueron 1,3 millones y el representante del gobierno central en Cataluña calculó la cifra en un millón.
La mayor crisis política de España en décadas se produjo el viernes, cuando los secesionistas del parlamento catalán votaron a favor de declarar a la rica región del noreste de unos 7,5 millones de habitantes como una república independiente.
El gobierno central del primer ministro Mariano Rajoy reaccionó rápidamente despojando temporalmente a la región de su autonomía y declarando el despido del presidente regional Carles Puigdemont y su ejecutivo.
‘Locura’
«Todos somos Cataluña», proclamaba una enorme pancarta, mientras los manifestantes, jóvenes y mayores, cantaban «Prisión para Puigdemont».
«Fue un acto de locura que nos llevó al borde del abismo», dijo Alex Ramos, vicepresidente de Societat Civil Catalana, un grupo opuesto a la independencia que organizó el mitin.
Mientras tanto, el vicepresidente del depuesto gobierno catalán arremetió contra Madrid, por lo que llamó un «golpe de Estado».
«El presidente del país es y seguirá siendo Carles Puigdemont», escribió el diputado del líder depuesto, Oriol Junqueras, en el diario catalán El Punt Avui.
Junqueras usó la palabra «país» para referirse a Cataluña, y firmó como el «vicepresidente» de la región.
«No podemos reconocer el golpe de estado en contra de Cataluña, ni ninguna de las decisiones antidemocráticas que el PP (el Partido Popular de Rajoy) está adoptando por control remoto desde Madrid», escribió.
Además de despedir al gobierno de Cataluña, Rajoy disolvió su parlamento y convocó elecciones para el 21 de diciembre en la región.