La sinagoga Kadoorie Mekor Haim en Oporto fue vandalizada con mensajes pro palestinos, en un contexto de guerra entre Israel y Hamás.
La comunidad judía de Oporto despertó el pasado miércoles para encontrar su sinagoga, la Kadoorie Mekor Haim, desfigurada con grafitis que exigían una “Palestina libre” y el “fin del apartheid israelí”. Esta sinagoga, significativa por ser la más grande de la Península Ibérica y una de las más imponentes de Europa, sirve a aproximadamente 1.000 judíos, muchos de los cuales tienen vínculos familiares con Israel.
Este incidente se produce en medio de un clima de creciente hostilidad y división global, alimentado por la confrontación entre Israel y el grupo terrorista Hamás. Recientemente, más de 1.500 terroristas de Hamás penetraron en territorio israelí desde la Franja de Gaza, perpetrando ataques en los que masacraron a más de 1.300 personas, con al menos 1.000 víctimas civiles, y el secuestro de al menos 199 personas. Esta incursión coincidió con un bombardeo intensivo sobre Israel, involucrando más de 5.000 cohetes.
En respuesta, Israel ha lanzado ataques sustanciales contra posiciones terroristas en la Franja de Gaza, acciones que, según informes del Ministerio de Sanidad controlado por Hamás, han ocasionado la muerte de cerca de 2.700 palestinos. Además, Israel ha instaurado un bloqueo completo en la zona, al mismo tiempo que proporciona suministros esenciales como el agua a los residentes afectados.
El vandalismo en la sinagoga de Oporto refleja una tendencia alarmante, con incidentes antisemitas que van en aumento a nivel global, incluyendo actos de vandalismo y violencia. Los líderes europeos están intensificando las medidas de seguridad alrededor de áreas judías clave en respuesta a estos actos odiosos.
Gabriel Senderowicz, líder de la Comunidad Judía de Oporto, compartió con la Agencia Telegráfica Judía su preocupación sobre el creciente antisemitismo en Portugal. Destacó el desarrollo de la comunidad judía local, que ha experimentado un crecimiento considerable, pasando de 40 miembros en 2012 a 1.000 en la actualidad. Sin embargo, este crecimiento viene acompañado de una sensación de vulnerabilidad ante ataques potenciales, sentimiento exacerbado por la violencia reciente en Israel y la conexión personal de muchos en Oporto con aquellos en las zonas de conflicto.
El propio Senderowicz no se sorprendió ante el acto de vandalismo, habiendo anticipado posibles represalias debido a la situación geopolítica actual. Explicó que este temor se basa en experiencias pasadas, incluyendo un incidente en 2021, cuando un grupo izquierdista alemán vandalizó la sinagoga, acusando a los judíos de Oporto de ser “fascistas”.
La conexión personal con el conflicto se extiende a través de la comunidad. Un residente israelí en Oporto perdió a una sobrina en un ataque de Hamás en un festival de música, mientras que otro fue convocado al servicio militar, dejando a su familia en Portugal. Senderowicz mismo tiene familiares sirviendo en el ejército israelí.
En un esfuerzo por abordar la amenaza de violencia, Senderowicz se ha reunido con líderes de las comunidades católica y musulmana. “Nos reunimos en el ayuntamiento para asegurarnos de que la relación entre nuestras comunidades es segura, es sólida”, afirmó.