Durante la construcción de un jardín de niños como iniciativa de la municipalidad de Jerusalén en el barrio de Arnona sudeste, se encontró una antigua mikvé [baño ritual] de la época del Segundo Templo, hace casi 2000 años, en ella se hallaron inscripciones extraordinarias que llevan un críptico mensaje del pasado.
La mikvé se encontró hace unos dos meses, durante una inspección de rutina por la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA), según un comunicado de la IAA éste Miércoles.
Una antesala, flanqueada por bancos, condujo al baño ritual judío, y junto a él también se excavó un lagar.
Pero el aspecto más inusual de la mikvé fueron sus paredes, que habían sido tratadas con un yeso antiguo y llevaban numerosas pinturas murales e inscripciones practicadas en el barro, con hollín y por incisión.
Como era costumbre al final del período del segundo templo cuando los romanos ocuparon el estado judío de Israel, la escritura fue realizada en escritura cursiva hebrea y aramea. Los símbolos dibujados en la pared incluyen un barco, palmeras y diversas especies de plantas, y lo que parece ser una Menorá.
“No hay duda que este es un descubrimiento muy significativo“, dijo Royee Greenwald y Alexander Wiegmann, directores de la excavación en nombre de IAA. “Una concentración de inscripciones y símbolos de la época del segundo templo en un solo sitio arqueológico y en tan buen estado de conservación, es raro, único y a la vez intrigante“.
Las inscripciones siguen siendo en gran parte un misterio en este punto, con algunos grafemas que aparentemente indican nombres. El dibujo que podría ser una Menorá es excepcional porque en días del Segundo Templo, los judíos se abstuvieron en gran parte de retratar el objeto sagrado que se encontraba en el Templo Sagrado.
“Por un lado los símbolos pueden ser interpretados como seculares y por otro lado como símbolos de significado religioso y de profunda espiritualidad”, dijeron los arqueólogos.
Los investigadores intentarán desentrañar la relación entre los símbolos, inscripciones, por qué fueron dibujados en un baño ritual y qué les llevó a hacerlo.
También tratan de descifrar el mensaje de los símbolos como la Menorá, y si estaban pintadas simplemente como pasatiempo o bien es un mensaje profundamente espiritual y religioso, tal vez incluso un grito de ayuda, como resultado de un evento traumático, tal como la destrucción de Segundo Templo y la rebelión que fue sofocada por las fuerzas romanas de ocupación.
Las pinturas murales son tan delicadas que por lo que el IAA comenzó las medidas de conservación en cuanto fueron encontradas.
Después del tratamiento inicial en el sitio, las imágenes fueron retirados en su totalidad y se transfieren a los laboratorios de conservación de la IAA para su posterior tratamiento y estabilización. En el futuro, se mostrarán al público en general.